Cuatro comarcas aragonesas siguen a día de hoy sin una sola plaza de residencia, ya sea pública o privada, para sus personas mayores. El Maestrazgo, Campo de Belchite, Aranda y el Matarraña (con una tasa de envejecimiento que supera el 30%) son la punta del iceberg de una carencia de recursos que, en su caso, deja a 7.800 aragoneses de la tercera edad sin adecuadas instalaciones.

El Maestrazgo, con 3.700 habitantes (1.200 de ellos mayores de 65 años), espera que se haga realidad el proyecto de una residencia en Cantavieja y un centro de día en la Iglesuela. El Ayuntamiento de Castellote, localidad que cuenta con un 70% de personas mayores, ha agudizado el ingenio para ofrecer una alternativa. "Queremos construir un edificio experimental tutelado, donde quepan 12 o 16 ancianos", explica el alcalde, Ramón Millán, que intenta que el proyecto sea financiado con cargo a los fondos Leader.

Los 15 municipios del Campo de Belchite, con 5.500 habitantes (un 40% de ellos mayores), sólo cuentan actualmente con la ayuda a domicilio, que llega a 40 usuarios, y la teleasistencia, que llega a una docena de personas. "Está paralizada la construcción de una residencia en Belchite, que se ha ido haciendo a golpe de subvención, y hay otra, aunque privada, en Letux, que sigue sin abrir hasta el momento", comenta una de las trabajadoras sociales.

La comarca del Aranda ha incrementado sus ayudas a domicilio, con 90 usuarios, aunque la demanda es "mayor que la oferta", según sus responsables de servicios sociales, que esperan la construcción de una residencia en Illueca.

"No tenemos recursos adecuados, sobre todo, para las personas dependientes y la ayuda a domicilio y la teleasistencia les sirve de poco", explica la responsable del servicio de base del Matarraña. La comarca, que cuenta con 2.807 mayores de 65 años, sólo tiene dos trabajadoras sociales itinerantes , que patrullan los municipios por quincenas o semanas. "Tenemos grandes listas de espera para plazas en residencias de Teruel y no han admitido ni una solicitud. Las pensiones no llegan para residencias privadas y, además, este recurso no existe en la comarca".

Además, de en estos casos, las desigualdades se dejan notar en otras comarcas. Ribera Baja sólo tiene 19 plazas y son todas privadas. Y las 88 de Caspe, las 290 del Somontano y las 75 del Bajo Cinca son benéficas.

El Instituto Aragonés de Servicios Sociales cuenta con unas 2.200 plazas residenciales que se suman a otras tantas de ayuntamientos. Para paliar este déficit, la Consejería de Servicios Sociales se comprometió, entre otras medidas, a ampliar las plazas concertadas. Actualmente, sólo 321 de las existentes lo son, lo que supone el 4% de total, frente a una media nacional del 20%.