"Mi corazón se queda aquí, cuidádmelo". Con este emotivo mensaje se despedía Eugenio del personal del centro covid del barrio zaragozano de Casetas que le han estado cuidando las últimas dos semanas hasta que ha superado la enfermedad. Es el último de los 522 pacientes que han pasado por estos centros, que este lunes ha partido rumbo a Cedrillas, en Teruel, donde reside. Lo ha hecho entre aplausos y lágrimas de emoción de los que han sido su "familia", contaban ellos, y que le han cuidado "como a un bebé", en lugar de como a un "bulto perdido" como, ha lamentado, se considera a menudo a los más mayores.

A sus 98 años, Eugenio se ha ganado el corazón del personal de la residencia, como delataban las lágrimas y el cariño con el que lo despedían, también por la emoción de ser el último. "Estoy muy contento y muy agradecido por todo, siempre os recordaré", expresaba el paciente, parlanchín, antes de abordar la ambulancia. Los voluntarios de la Cruz Roja que le han trasladado, entre gritos de "¡Olé Eugenio, campeón!", también se despedían de las sanitarias ante lo que ha sido, o se confía en que sea, el último traslado desde estos centros.

Pero como esto no se puede prever, el centro de Casetas permanecerá activo, de retén, con 46 camas listas y personal sanitario preparado por si hay un rebrote. Así lo ha detallado el secretario general técnico del departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales, José Antonio Jiménez, que ha acompañado a la consejera María Victoria Broto a despedir a Eugenio.

TRES CENTROS DE GUARDIA

Junto al de Casetas, los centros de Gea de Albarracín en Teruel y de Yéqueda en Huesca, uno por provincia, permanecerán activados al menos hasta final de año por si se dieran rebrotes. Junto con los otros dos abiertos por la DGA, han puesto a disposición del sistema sanitario y asistencial 322 camas que han ayudado a "salvar vidas" y descongestionar ambos sistemas al alojar a mayores con la enfermedad pero sin necesidad de hospitalización, ha recordado broto. Una experiencia "muy positiva", ha incidido la consejera, que ha recibido felicitaciones de pacientes y familias, "gracias al empeño de los voluntarios de Cruz Roja y los trabajadores de Sanidad y los Servicios Sociales".

En representación de estos, el director del centro de Casetas, Mariano Fago, designado por Ciudadanía (este centro ha sido alquilado por la DGA, que ha puesto a todo el personal necesario), ha reconocido que el de hoy ha sido un momento "muy emotivo", ya que con todos los pacientes han establecido una relación "más allá del propio trabajo, como parte de la familia". De hecho, se han interesado por la situación de muchos, de vuelta a su "otra familia" de la residencia habitual.

Fago ha asegurado que están "muy orgullosos" de haber participado en esta "experiencia pionera" de los centros covid, que han abordado con "esfuerzo y generosidad".

Según ha pormenorizado Jiménez, en el centro zaragozano se quedarán como retén 26 personas (han llegado a estar más de 60), y en los de Huesca y Teruel, una decena. Has llegado a estar medio centenar, más en el de Casetas, para atender a los 192 pacientes que han pasado por él desde el 4 de abril, cuando abrió. Algunos han estado "más de dos meses" hasta superar la enfermedad, ha destacado Fago.

BROTES NORMALIZADOS

Por otro lado, cuatro residencias de mayores aragonesas se mantienen con casos recientes de coronavirus detectados, y si se contabilizan las que los han tenido en los últimos 28 días, la cifra se eleva hasta ocho. Unos registros que permiten considerar la situación "normalizada" (hace escasos 15 días eran 30, y ya suponía una considerable reducción respecto al punto álgido de la pandemia), pero que no resta "prudencia" al Gobierno de Aragón a la hora de vigilar nuevos brotes con una "preocupación muy grande".

Así lo expuso la consejera Broto este lunes por la mañana, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en la que ya adelantaba su satisfacción con la experiencia de estos centros covid. "Ni nosotros mismos nos creemos la rapidez con la que se abrieron", afirmaba, agradeciendo la labor de sus trabajadores y equipos directivos.

Al tiempo que se abrían estos centros, el Gobierno de Aragón fue interviniendo residencias que tenían especiales dificultades para la gestión sanitaria o asistencial durante la pandemia. Actualmente quedan dos en esta situación, y Broto no ha precisado cuándo dejarán de estarlo. Será, ha indicado, "cuando veamos el problema solucionado".