Un estudio de la cátedra Despoblación y Creatividad, constituida por la Diputación Provincial de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza, analiza la eficacia de los incentivos fiscales como instrumento para luchar contra la despoblación y cuyos resultados cuestionan que sirva como medida contra ella. Según informó la Universidad de Zaragoza, estos resultados invitan a adoptar una posición de cautela ante las demandas crecientes de utilizar el sistema fiscal para realizar una política activa contra la despoblación.

La investigación insiste en la necesidad de diseñar y aplicar una evaluación periódica de las políticas contra la despoblación que se adopten, para tomar decisiones informadas sobre su mantenimiento, reforzamiento o, en su caso, corrección o abandono. En el estudio también se confrontan los costes y beneficios de vivir en una pequeña localidad o en una gran ciudad.

La investigación revisa los fundamentos teóricos y la escasa experiencia internacional que existe sobre la materia y concluye que no hay base teórica ni evidencias empíricas suficientes sobre la eficacia de los incentivos fiscales para atraer o fijar la población. Otros instrumentos pueden ser más determinantes a la hora de luchar contra ella, como las subvenciones directas o la garantía de servicios básicos, como la sanidad o la educación, o infraestructuras como el transporte o las comunicaciones.

No obstante, los autores identifican una serie de aspectos a tener en cuenta para un diseño adecuado de un sistema de incentivos fiscales.