Ni macrooperación asfalto ni macrooperación aceras. El equipo de Gobierno PP-Cs en Zaragoza ha decidido acortar la inversión prometida en la renovación de calzadas y aceras incluidas para este año y pese a sus cifras aportadas por la responsable de Infraestructuras en la capital aragonesa, la conservadora Patricia Cavero, de 1,6 millones en dos fases y medio centenar de viales, solo en el asfaltado, ni de lejos va a estar su actuación en los números que ella misma prometió, y el presupuesto de este año. Ni tampoco va a cubrir ni un 25% de los más de 200 viales que su área ya acumulaba como arterias deterioradas de años anteriores. Pero la decepción que empieza a aflorar en algunos distritos no solo se centra en su balance de resultados, sino en la «nula participación» que ha dado a los distritos a la hora de asignar las prioridades.

El argumento esgrimido de que no hay tiempo material para ejecutar toda la inversión prometida para este año parece que solo le vale a la concejala para justificar que este año solo 50 calles se verán renovadas con dinero de las arcas municipales. Un escaso margen temporal que achaca a no tener que intervenir en la vía pública cuando pasen los meses de verano, cuando la circulación aumentará y las afecciones al tráfico serán mayores. Para muchos barrios esta promesa era el final de años de espera y para otros, según confirmaron algunos de ellos a este diario, las que sí han llegado se han traducido en «un mero parcheo para sumar calles a su estadística». Algunos de estos viales requieren de una reforma integral que sigue sin llegar y ahora la espera aún es mayor porque, según dijo la propia Cavero, se redactarán los proyectos definitivos a finales de este año. Así que consideran que el reloj ha avanzado en balde.

Algunos afirman que ya se intuía en el primer trimestre del año, cuando el equipo de Gobierno PP-Cs apelaba aun proceso de participación que «no ha sido tal». De hecho, desde la Federación de Asociaciones de Barrios (FABZ) ya se lo advirtieron entonces, pero la respuesta fue remitir un listado con varias opciones, escasas en el caso de algunos distritos según protestaron ellos mismos en su día, para que escogieran sus prioridades de actuación. Y al final ni la mistad de esas opciones se han traducido en reparación.

«Se sabía que era inviable»

«Plantearon una serie de calles para reasfaltar basadas en criterios técnicos que remitieron a las juntas de distritos para que se realizaran aportaciones. Sin embargo, jamás respondieron a la propuesta que les enviamos y han hecho la operación siguiendo su criterio», lamenta el vicepresidente de la FABZ y presidente de la asociación de vecinos del Arrabal, Rafael Tejedor. En su distrito tiene unos cuantos ejemplos de cómo se deja a un barrio desamparado con el asfalto muy deteriorado en calles como la de Sixto Celorrio, donde el socavón que hay en la calzada es incluso peligroso para los usuarios.

«Se estaba hablando de calles cuando aún no se sabía ni el presupuesto. Estaba sin aprobar el presupuesto, coincide temporalmente la propuesta de calles con la elección del presupuesto, y por tanto, era algo inviable», recuerda Tejedor, que conoce ese malestar de los distritos que se quedan apeados de esta operación asfalto del 2020. Habrá que esperar al 2021 cuando hace meses se hablaba de centenares de actuaciones con la mayor inversión de la historia del consistorio zaragozano. «Algunas calles sí que se han acometido pero otras se han quedado por el camino y en otras se han quedado en parche», apostilla, poniendo como ejemplo la de Valle de Broto, con «un pequeño tramo reasfaltado» y el siguente «con mucho deterioro».

«Parece que lo que hacemos es un plan de adorno para mejorar la ciudad y, sin embargo, no se ha visto en los barrios. Parece que vivimos de espaldas a los barrios», concluye, resumiendo lo que otros distritos, especialmente los tradicionales, de Las Fuentes y San José, siguen sumando calles en pésimo estado.