Tras sesenta y cinco años de su supuesta muerte, Juan C. Ll por fin ha sido dado por muerto por la titular del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Manresa, en Barcelona. Este nuevo figurante en la lista de fallecidos españoles fue un soldado republicano combatiente en la Guerra Civil que desapareció en el frente y cuyo cuerpo nunca fue encontrado, aunque tampoco se sabe fehacientemente si murió en el campo de batalla.

Fue su hija, R. C. A. y vecina de la localidad barcelonesa de Sallent la que demandó la declaración de la muerte de éste, para lo que alegó que a lo largo de 65 años sus descendientes habían estado efectuando "laboriosas investigaciones para conocer su paradero, sin obtener resultado alguno". Esta hija, además, tiene derecho a ser su legítima y universal heredera, ya que no existe testamento ni otros parientes.

En esta decisión ha sido clave el testimonio aportado por Miquel R. A., vecino de Sallent que fue el último en ver al soldado con vida, por lo que aportó datos inéditos.