El Ayuntamiento de Zaragoza ya auguró que el decreto de la DGA sobre espectáculos y la prohibición de la entrada de los menores a los grandes recintos en los que se suministrara alcohol derivaría en un incremento del botellón. Una relación causa efecto que se ha convertido en boomerang y ahora se vuelve contra el consistorio por las numerosas quejas que ayer mismo recibía por parte de vecinos, de partidos políticos y hasta de las propias empresas que gestionaban los recintos de párking norte en el Actur y, sobre todo, Valdespartera. Ellos aseguraron haberse llevado el efecto más negativo de este cambio normativo, ya que al descenso en la afluencia suman ahora el "deficiente" servicio de limpieza puesto en marcha por el consistorio ante el previsible aumento de jóvenes bebiendo junto a sus pabellones.

"El servicio de limpieza es una de las quejas que vamos a trasladar al ayuntamiento porque no ha sido el de todos los años. Incluso he tenido que poner a una persona todos los días para adecentar las zonas más próximas al ferial, que trabajaba al margen de la contrata municipal", declaró ayer Javier Molina, responsable del recinto de Valdespartera. Una molestia que, a su vez, salpicaba cada día a las viviendas más próximas al ferial.

En el caso del párking norte, sus gestores lamentaron que el decreto de la DGA haya acabado afectando a la afluencia, al registrarse "entre un 10% y un 15% menos" que el año pasado. Según explicaron, a pesar de haber reservado un espacio exclusivo para menores, donde no se servía alcohol y estaba próximo a la carpa de conciertos, "nunca se superaron los 8.500 chavales", un 80% de su capacidad total (para 10.200 jóvenes), aunque era más visible en los días en los que había menos gente.

VISIÓN MUNICIPAL

Sobre la afluencia de visitantes a estos grandes espacios el ayuntamiento poco o nada tiene que decir. Pero en cuanto a la limpieza, su visión es muy distinta. Admite solo la excepcionalidad de Valdespartera pero defiende que no es achacable al dispositivo especial puesto en servicio para las fiestas, sino al incremento de jóvenes haciendo botellón en el entorno más próximo. En este sentido, subrayó que esta es "la única zona en la que se ha visto un incremento en el botellón" y que "seguramente es porque ha habido más asistencia". En cambio, también resaltó que "se nota un descenso en otras zonas como el párking norte y Ranillas, en las proximidades de Helios y la arboleda de Macanaz, en la plaza de Salamero y en las medianas del paseo Constitución y la avenida Cesáreo Alierta; y ha sido similar al 2013 en la zona del Náutico y la margen derecha del Ebro".

En cuanto a la recogida de residuos, aseguraron que en general ha descendido en zonas de bares como Moncasi, Doctor Cerrada y Temple, pero "suben en las de tapeo y vinos, en el Casco Histórico fundamentalmente", sobre todo en el Tubo y sus alrededores. Así que, a falta de que lo corroboren los datos definitivos, la previsión que se maneja es que las brigadas específicas habrán retirado una cifra similar a las 147 toneladas de basura del 2013.

En el ayuntamiento, solo el PP criticó ayer el dispositivo, centrándose más en el transporte público "insuficiente" y el tranvía "colapsado". De los servicios de limpieza lamentó que hayan sido "claramente escasos", comentó el concejal Julio Calvo, quien criticó al Gobierno municipal por no haber "estado a la altura".