El abogado de la defensa de Javier Salvador Calvo, autor confeso de la muerte de su mujer, Patricia Maurel, solicita cinco años de prisión para el acusado en su calificación de los hechos, al alegar que en los mismos concurrieron las circunstancias atenuantes de arrepentimiento y obcecación y arrebato. En la causa, que se tramita por la Ley del Jurado, el fiscal solicita 20 años de privación de libertad y la acusación particular eleva su petición a 26.

Según el escrito de calificación provisional del letrado, José Antonio Ruiz Galbe, y que ha sido remitido al juez instructor de Alcañiz, la muerte se produjo por celos y el matrimonio ya se encontraba roto cuando ocurrieron los hechos.

El 23 de mayo del 2003, Patricia Maurel, candidata del PP a la alcaldía de La Puebla de Híjar, falleció después de que su marido, Salvador, le disparara once tiros con una escopeta de caza del calibre 12.

Tras cometer el crimen, el homicida viajó hasta Teruel, donde se entregó a la Policía y confesó los hechos, así como el lugar donde se encontraba el cadáver de su mujer, que fue encontrado pocas horas después. La pareja tenía tres hijos de 9, 7 y 4 años, respectivamente.

Según el escrito de defensa, Salvador había comenzado a recibir desde primeros de año diversas llamadas a su teléfono móvil, en las que el comunicante, cuya identidad no ha sido determinada por la investigación, le informaba de infidelidades de su mujer.

Las sospechas y los celos del homicida se incrementaron con el paso de los meses con presuntas pruebas y por las prácticas de chateo que realizaba la víctima con el ordenador hasta altas horas de la madrugada. Asimismo, según las diligencias, la fallecida mantuvo en las últimas semanas de su vida frecuentes contactos (más de 250 llamadas telefónicas y varias cartas) con una persona identificada como J. B. F.

La supuesta infidelidad produjo en Salvador "un estado doloroso de ánimo" que le llevó a relatar los hechos a la familia de la víctima y a la decisión de separarse de su mujer, una vez que el hijo mayor hubiera hecho la primera comunión.

Sin embargo, la tragedia se desencadenó el 22 de mayo, cuando el homicida recibió una nueva llamada telefónica, y esa noche mató a su mujer en un paraje próximo a La Puebla de Híjar. Faltaban dos días para la jornada electoral en la que Patricia Maurel se presentaba como candidata del PP para presidir el ayuntamiento de la localidad.

OBCECACION Ruiz Galbe, que estima que estos hechos produjeron un estado de obcecación en la víctima, califica el crimen como homicidio sin agravantes y con las atenuantes citadas, por el que solicita para su defendido cinco años de prisión.

El fiscal considera por su parte que se produjo la agravante de alevosía, por lo que califica los hechos de asesinato. Asimismo, considera que las llamadas pudo hacerlas el propio acusado para justificar el crimen, aunque algunas de las comunicaciones procedían de Madrid.

La acusación particular, en nombre de los padres de la víctima, añade a la alevosía la agravante de parentesco para elevar su petición a 25 años de cárcel. Las actuaciones pasarán a la Audiencia de Teruel, donde un jurado popular juzgará el crimen en fecha por señalar.