Los comerciantes de la Gran Vía de Zaragoza, que el pasado 20 de noviembre se vio afectada por una ola de actos de gamberrismo durante una manifestación antifascista que no había sido comunicada, han denunciado al delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández López, por "dejación de funciones" al no haber dado la orden de actuar a la fuerza policial que controlaba la concentración con motivo del aniversario de la muerte de Franco.

Los responsables de los establecimientos comerciales consideran que la "dejación de funciones de las instituciones estatales" puede producir "un grave perjuicio" tanto a sus empresas como a la imagen de la ciudad en vísperas de la elección de la sede de la Exposición Universal 2008, según una nota de la asociación de hosteleros Horeca.

"Los agentes encargados de controlar la manifestación no practicaron ninguna detención ni intervinieron para impedir que los manifestantes hicieran pintadas en los escaparates y rompieran el mobiliario urbano", señaló ayer Mariano Bergua, director del hotel Gran Vía, cuya fachada quedó cubierta de grafitos. "Es grave que, viendo lo que pasaba delante de sus ojos, la Policía no actuara", subrayó Bergua.

PINTADAS IMBORRABLES Sin embargo, el delegado del Gobierno comentó ayer que los actos de vandalismo que se sucedieron durante el 20-N en Gran Vía e Independencia, fundamentalmente pintadas y violencia contra el mobiliario urbano, "no fueron graves, ni muchísimo menos", aunque sí fueron "incívicos". "El que es cafre es cafre, aunque sea a una escala menor", añadió Javier Fernández.

En declaraciones a Europa Press , el representante gubernamental indicó que "lo que ocurrió es que, para las personas a las que les afectó directamente algún acto puntual, fue muy serio, pero si lo englobamos dentro de lo que suelen ser los actos de este tipo, fueron sucesos muy normales". "Es como cuando ocho o diez gamberros queman unos contenedores un fin de semana, algo lamentable, pero que yo no magnificaría", concluyó.

Un comerciante de la Gran Vía, Antonio Fandos, hizo constar en su denuncia que la Policía puede descubrir la identidad de los encapuchados que realizaron las pintadas examinando las grabaciones de los vídeos de varias entidades bancarias de la zona. Fandos explicó que los comerciantes se plantean "pedir la dimisión del delegado".

Durante el día de ayer, varias brigadas municipales de limpieza recorrieron Gran Vía para eliminar las pintadas. Sin embargo, su labor se vio imposibilitada en muchos casos debido a que los autores de los grafitos utilizaron pinturas con sustancias corrosivas que dejaron marcas que no desaparecieron.

Los actos vandálicos, que hoy serán abordados en el pleno de la Junta de Distrito Centro, fueron también objeto de un comunicado del PP, que calificó de "vergonzosa la pasividad policial". Para los populares, el delegado del Gobierno "debería haber ejercido con más rigor el control de la manifestación".