En estos momentos es el delincuente más buscado de España. Su historial no es para menos. La Guardia Civil le imputa un total de 22 atracos, cometidos en otras tantas sucursales del norte del país, y tres asesinatos: el de un policía municipal en Vall d´Uxó (Castellón) y los de dos guardias civiles que fueron tiroteados en Castejón (Navarra). Son seis años de fechorías (desde mayo del 98) en los que ha conseguido apropiarse de unos 500.000 euros.

Desde La Coruña a Albacete pasando por Aragón, ha dejado un reguero de atracos que todavía no han permitido a los investigadores dar con su identidad, pese a que su imagen ha sido recogida por decenas de cámaras de seguridad. Por eso, ahora buscan pistas en la comunidad aragonesa y piden la colaboración ciudadana.

Los primeros atracos en Aragón los cometió en Binéfar (Huesca) y Teruel capital, en julio y octubre de 1998, y se apropió de casi seis millones de las antiguas pesetas. Luego continuó en Calamocha, Cariñena, en octubre del 99; en Pina de Ebro y Zuera, en el 2001, y en Gallur, el 22 de diciembre del 2002.

"Es un atracador atípico, que va afinando poco a poco sus acciones. Conoce perfectamente los sistemas de seguridad bancaria y las instrucciones que tienen los empleados", explica un responsable de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil.

Sus asaltos no duran más de dos minutos y los comete en una franja horaria muy concreta: entre las 13.30 horas y las 14.30 horas y casi siempre en zonas rurales. "Cuando entra en las sucursales y grita que es un atraco, si alguien levanta las manos, les obliga a bajarlas. No quiere imágenes que puedan llamar la atención de la gente de la calle. De hecho, si durante el atraco alguien quiere acceder, ordena que le abran la puerta", prosigue el agente.

Algunos testigos de sus asaltos han asegurado que, en ocasiones, se le ha visto vigilar la entidad antes de robar, pero, aunque se barajan varias líneas de investigación, todavía no se ha dado con su identidad.

El último delito que se le imputa lo cometió el pasado 9 de junio en Castejón (Navarra), cuando fue sorprendido por una patrulla de agentes de Tráfico. Al parecer, cometió una infracción de tráfico y llamó la atención de los guardias, que le siguieron con los rotativos luminosos encendidos durante tres kilómetros. Cuando los agentes iban a adelantarle para cruzar el coche patrulla y obligarle a parar, sacó un subfusil del calibre 45 (un arma de guerra) y efectuó una ráfaga de 21 disparos.

En esta ocasión, los testigos apuntaron que el agresor de los guardias civiles conducía un todo terreno de la marca Suzuki, de color azul verdoso o verde azulado, y que no llevaba barba ni el pelo con el que actúa en los bancos.

Con los casquillos hallados en Navarra, la Guardia Civil averiguó que coincidían con los encontrados en el atraco a un banco de Vall d´Uxó, en el que murió un policía local.

Sin embargo, la investigación sobre el coche no ha dado muchos frutos. Se trata de un modelo común. Y además, en los primeros atracos cometidos en el año 98, conducía un coche de la misma marca, pero de color blanco.

La búsqueda de este delincuente, que tiene en jaque a la Guardia Civil de la mitad norte del país, se ha intensificado tras las vacaciones en las provincias limítrofes con Navarra. "Si alguien cree reconocerlo puede llamar al 900 10 12 12. Garantizamos el anonimato", explican.