Las noticias sobre la posible construcción de una universidad privada en la calle Violeta Parra ha desatado la alerta entre los residentes en el Picarral, quienes han denunciado el problema de saturación de tráfico que ya padece este vial desde hace años. La Asociación de Vecinos Salvador Allende se ha puesto en contra de la llegada de este nuevo centro educativo y ha argumentado que ni esta calle ni Isla la Graciosa pueden soportar la presencia de más vehículos.

Actualmente, es frecuente ver en los dos viales mencionados coches aparcados en doble fila o encima de la acera. De hecho, los propios residentes están acostumbrados a ver obstaculizada la entrada y salida a los garajes privados. Los vecinos coinciden en señalar al centro educativo de San Valero como uno de las principales causas de la congestión del tráfico junto con el aumento de la población del entorno en los últimos quince años. "La denuncia se la planteamos a Jesús Sarría, concejal de Movilidad Urbana, y colocó hitos en algunas aceras para evitar que los coches se subiesen pero aún queda pendiente la colocación de vallas quitamiedos junto a San Valero para evitar posibles accidentes de chavales porque apenas hay visibilidad", explicó Pepe Racaj, miembro de la comisión de Medio Ambiente del colectivo vecinal.

No obstante, la solución que plantean desde la asociación para aliviar esa congestión es la creación de nuevas plazas de aparcamiento en el entorno. Por ello, proponen al consistorio que negocie con el Arzobispado de Zaragoza la permuta del solar en el que se prevé levantar el centro universitario por otro. "Lo lógico es que allí se construyese un párking subterráneo que permita aliviar la situación de los residentes", dijo.