Cuando Pascual Revuelto mató el 22 de junio de 1993 a su exmujer, a la que asestó 16 puñaladas en el paseo de Fernando el Católico, los medios de información no hablaron de violencia de género, sino de crimen pasional. El asesinato causó una honda conmoción social y apuntó los problemas que vivían muchas mujeres en el ámbito familiar. Ese mismo año se presentaron 140 denuncias de malos tratos en Zaragoza.

La lista, sin embargo, ha ido engordando desde entonces, hasta cerca de 700 en el 2003, y aún son mayoría los casos que no se denuncian por diversos motivos.

Revuelto fue condenado a 30 años de cárcel. Otros crímenes de género que tuvieron una fuerte repercusión social en los últimos diez años también han sido juzgados. Oscar Facendas, asesino de Asunción Azcoiti recibió una pena de 19 años. José Peñuela, que estranguló a su exnovia, Natalia Velasco, en un piso del Arrabal, fue condenado a 20.

Quedan otros casos en capilla . El 21 de junio será juzgado Julian Biel por matar a su mujer, Carmen Abadía, en Villamayor. El fiscal pide 18 años de prisión. René Alvarez, se enfrenta una petición de 18 años por matar a Yolanda Monleón, sin que se haya señalado la vista. Están sin concluir las diligencias contra Javir Salvador por el asesinato de su mujer, Patricia Maurel, en la Puebla de Híjar, y las que se siguen contra Ignacio López Montoya, como presunto autor de la muerte de Rosario Toro en el barrio de San José.