Una bomba dentro de una bolsa de plástico. Esta es la desagradable sorpresa con la que se encontraron ayer los obreros que estaban trabajando en la rehabilitación de un viejo edificio en Teruel. El hallazgo se produjo a primera hora de la mañana y tras dar aviso a las fuerzas de seguridad se produjo el desalojo del inmueble. Las primeras pesquisas indican que probablemente se trate de un artefacto explosivo de la guerra civil.

Uno de los trabajadores que pertenece al parque de maquinaria de Obras Públicas del Gobierno de Aragón en Teruel, descubrió el explosivo dentro de un armario mientras trabajaba junto al resto de su cuartilla en unas viviendas de protección social de tres plantas -de las conocidas como de camineros- que se están rehabilitando en la calle Alcañiz, número 42 de Teruel, y que llevan años deshabitadas.

La zona estuvo acordonada entre las nueva de la mañana, cuando se dio el primer aviso, hasta pasadas las tres de la tarda, cuando los artificieros del TEDAX de la Policía Nacional pudieron anular su carga. Fuentes oficiales indicaron que se desconoce la procedencia del artefacto, que podría tratarse de un proyectil de mortero de la guerra civil. Como diligencia previa se informará sobre la identidad de los antiguos habitantes en el edificio, pero todas las hipótesis siguen abiertas, entre ellas que se lo dejara abandonado alguien que ocupara la vivienda sin permiso durante sus años de abandono.

Fuentes del departamento de Vertebración Territorial, del que dependen las obras de rehabilitación, señalaron que en todo momento se actuó pensando en la seguridad de los trabajadores de la contrata. En el momento del hallazgo los obreros se encontraban tirando tabiques y despejando las habitaciones.

ARQUITECTURA SOCIAL

La rehabilitación de estas viviendas es una de las actuaciones que se realizan en la provincia de Teruel con cargo a los fondos del FITE. Tras muchos años de partidas dedicadas a la recuperación del patrimonio en esta ocasión se ha apostado por la arquitectura social y sostenible. La previsión es que sean unas viviendas orientadas a dar respuesta habitacional a personas mayores de 65 años y con dificultades de movilidad y a familias monoparentales o monomarentales. Las primera fase de las obras debería terminar a finales de año.

Con la bomba en manos de las autoridades policiales los trabajos se reanudaron durante la tarde. Muchos vecinos de la zona recordaron como hace cinco años un joven sufrió un grave accidente provocado por una granada sin estallar de la guerra civil. Encontró el explosivo abandonado mientras limpiaba el interior de un garaje.