La turbidez de las aguas en la cuenca del Guadalope ha descendido desde los más de 4.000 miligramos por litro de partículas en suspensión detectadas en enero de este mismo año a los 123 del último muestreo realizado el pasado 23 de julio, según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Los datos los expuso ayer la presidenta del organismo de cuenca, María Dolores Pascual, en su visita al entorno del Guadalope, que aprovechó para reunirse con representantes de ayuntamientos de la zona, organizaciones ecologistas, usuarios de la cuenca y la Federación Aragonesa de Pesca. Los datos aún muestran una mejora más sustancial en el entorno de la toma de la acequia Mayor, con 93 miligramos por litro, indican desde la CHE en una nota.

El encuentro celebrado ayer se enmarca en los contactos que la CHE ha realizado desde comienzos de año con los interesados y afectados por el incremento de turbidez en el río durante el vaciado del embalse de Santolea donde la sociedad Estatal Aguas de las Cuencas Española SA (AcuaES) está ejecutando las obras del recrecimiento del embalse.

Durante la jornada, la presidenta visitó Mas de las Matas, la nueva estación de tratamiento de agua potable de Aguaviva, el azud de Abenfigo en el río Guadalope y la ataguía medioambiental situada a pie de la presa de Santolea.