El desmantelamiento de la térmica de carbón de Andorra empieza tomar forma. Los trabajos, que son el mayor salvavidas con que cuenta la zona a corto plazo para digerir el cierre de esta industria, comenzará el próximo mes de manera incipiente y serán llevados a cabo por Moncobra (grupo ACS) y Rebilita Habilita, que forman la unión temporal de empresas (UTE) a la que Endesa ha adjudicado este millonario contrato. Se trata de una operación de gran complejidad técnica que movilizará a una media de 140 personas de mano de obra directa durante cuatro años (48 meses), en los que se prevén retirar más de 259.780 toneladas de residuos.

El desmontaje abre así una oportunidad para el empleo local. La eléctrica asegura que el 80% de los trabajadores que participarán en las obras procederán de las antiguas empresas contratistas de la central o serán residentes en Andorra o localidades próximas, ya que este ha sido uno de los criterios marcados en el concurso de adjudicación de la obra. Los sindicatos, sin embargo, recelan de que pueda alcanzarse ese porcentaje. La fecha prevista para el pistoletazo de salida es octubre, cuando se producirá la implantación en las zonas de las firmas contratista y se iniciará los trabajos para la ejecución de infraestructuras, mientras que entre noviembre y diciembre empezarán las labores de desmantelamiento.

INVERSIÓN Y CONTRATISTAS CONOCIDOS

Endesa no ha revelado el montante de esta adjudicación, que forma parte del gasto de más 60 millones de euros que costará el desmontaje de la central y la preparación del emplazamiento para afrontar técnicamente el desarrollo renovable que la eléctrica quiere ejecutar en estos terrenos.

La participación en el proyecto de ACS no ha sido una sorpresa, pues su nombre figuraba en todas las quinielas de posibles adjudicatarios. Lo hará a través de Moncobra, una filial de Cobra, la cabecera del subholding industrial del grupo presidido por Florentino Pérez. A esta matriz pertenecía también la mayor subcontrata (Maessa) que trabajaba en la central de Andorra. Rebilita Habilita sí es desconocida. Se trata de una empresa constructora con sede en Madrid, conocida comercialmente como Rehbilita, que está especializada en la demolición y desmantelamiento industrial, entre otras actividades. Los dos socios de la UTE han formado también tándem para otro gran proyecto que les fue asignado, como es el desmontaje de la central nuclear de Zorita (Guadalajara).

CURSOS DE FORMACIÓN

Endesa está impulsando acciones formativas para capacitar a los trabajadores de la zona y facilitar su contratación en las obras del desmontaje, un compromiso que forma parte del plan de acompañamiento (Futur-e) al cese de la central impulsado por la compañía. Los cursos , que se realizan con colaboración con el Inaem y el ayuntamiento, incluyen un programa centrado en tareas de desmantelamiento por el pasarán 200 alumnos repartidos en cuatro convocatorias, la primera de la cuales ya ha finalizado. El inicio de la segunda está ahora pendiente de que finalice el confinamiento de Andorra.

Más adelante se impartirán también cursos dirigidos al montaje y a la operación y mantenimiento de placas solares que se extenderán a 750 alumnos, en 18 convocatorias. Y es que, el proyecto de desmantelamiento de la central turolense tiene la singularidad de compatibilizarse con actuaciones de desarrollo de futuros parques de generación eléctrica de origen renovable en el mismo emplazamiento.

El primero de estos proyectos verdes es un parque solar fotovoltaico de 50 megavatios (MW) de potencia, presentado ya a tramitación administrativa ante la DGA. Corresponde a la primera fase del Plan Futur-e de Endesa, que se iniciará en enero de 2021 y finalizará a principios de 2022, y que contempla, además, la construcción de un parque eólico de 49,4 MW de potencia, que se instalará en el término municipal de Ejulve (presentado también a tramitación administrativa).

INVERSIONES PENDIENTES DE LA CAPACIDAD DE EVACUACIÓN

Endesa quiere impulsar otros 1.535 MW de fotovoltaica, 160 de almacenamiento en baterías y 90 de eólica hasta el 2026, pero la mayor parte de estos desarrollos dependen de que se adjudique la capacidad de evacuación eléctrica de la térmica, que el Gobierno sacará a subasta.

Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 259.780 toneladas que conforman el volumen de demolición. Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima.

Cuando el pasado 30 de junio la central térmica dejó oficialmente de estar operativa disponía de tres grupos, cuya potencia sumaba 1.101,4 MW, que habían entrado en funcionamiento entre 1979 y 1980. Las instalaciones de la planta ocupan una superficie de 469 hectáreas, en la que se distinguen tres zonas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra área que acoge las plantas de desulfuración y otra zona donde se ubica el parque de almacenamiento de carbones y caliza.