La resaca de las Marchas de la Dignidad fue agridulce. La satisfacción del éxito de convocatoria se enturbió con unos disturbios que rompieron la tónica de una manifestación pacífica. En total hubo un centenar de heridos --69 policías-- y 24 detenidos. Entre ellos, la aragonesa Raquel Tenías, miembro de la Presidencia de IU Aragón y responsable de Relaciones con los Movimientos Sociales y Ciudadanos, que acudió a las marchas junto a miembros de su partido, entre ellos, Cayo Lara.

El concejal de IU en el Ayuntamiento de Zaragoza, Pablo Muñoz, que se encontraba con Tenías y otros miembros del partido, explicó que a las 21:40 horas estaban en la puerta de Alcalá cuando, de repente, salió un furgón de la policía de una bocacalle. "Vimos a mucha gente correr e hicimos lo mismo, cuando nos reagrupamos nos dimos cuenta que no estaba Raquel", explicó. Lo siguiente que recibieron fue un WhatsApp de Tenías diciendo: "Nos han detenido".

Hoy declarará ante el juez y a lo largo del día será puesta en libertad. "Nos han dicho que tiene que estar 48 horas en el calabozo porque están muy saturados y no pueden agilizar los trámites", explicó Muñoz. El concejal aseguró que Tenías se encontraba bien y no había sufrido ningún golpe. Ayer por la tarde, frente a Delegación de Gobierno, se concentraron decenas de personas pidieron la liberación de Tenías.

VIOLENCIA Las primeras cargas comenzaron a las 20.30 horas en Génova después de que un grupo lanzara objetos contras las vallas colocadas frente a la sede el PP. Al poco, la manifestación fue suspendida por la violencia desatada en la plaza Colón que acabó con 29 detenidos, de los que nueve eran independentistas --tres vascos, dos gallegos y dos catalanes--, según la Confederación Española de Policía.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, subrayó que la Policía está para proteger "el libre y pacífico" desarrollo del derecho de reunión y manifestación y condenó las "brutales agresiones y violentas lesiones" que sufrieron los antidisturbios. "Vamos a actuar con toda firmeza contra este tipo de actos vandálicos que atentan contra personas y bienes públicos y privados y que provocan lesiones a los policías", añadió en una convocatoria en la que solo se dirigió a los agentes. El ministro pidió a las fuerzas políticas y sindicales que condenen los hechos hechos que van "contra una convivencia libre y pacífica".

La delegada de Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, lamentó que, una vez más, "una manifestación pacífica haya acabado de forma muy violenta". Cifuentes calificó la violencia del sábado como "una brutalidad sin precedentes".