El Ejecutivo autonómico abre la puerta a aumentar la cifra de festivos de apertura comercial en lo que queda del 2020. Eso sí, el cambio de postura será puntual y está motivado exclusivamente por la excepcional situación derivada de la pandemia, que ha desplomado el consumo en todo el sector. De hecho, en el 2021, y como ha ocurrido en los últimos años, los días en que los centros podrán estar abiertos seguirán siendo diez, el mínimo marcado por la ley estatal. «No tenemos ninguna intención de cambiar nuestra política en esta materia porque, además, en los últimos años hemos conseguido un buen consenso con ese número de festivos, pero no podemos obviar que este año está siendo excepcional», indica a este diario la directora general de comercio, Eva Fortea.

Por eso, la dirección general ha decidido atender a las demandas realizadas estas últimas semanas por las grandes superficies de la capital aragonesa. En un principio quedaban en Aragón en lo que resta de año siete festivos de apertura comercial: uno en junio, otro en septiembre, dos en noviembre y tres en diciembre. Ahora la DGA está dispuesta a aumentar un máximo de dos festivos más y a recolocar en otra fecha el del 3 de mayo, una jornada en la que los centros aún estaban cerrados por la pandemia.

Para realizar el cambio, la consejería de Industria debe tramitar una orden que previamente necesita de la participación y del consenso de todos los agentes implicados. «En un principio se trata solo de una propuesta, ya veremos si se alcanza un acuerdo», apunta Fortea, que añade que la pasada semana ya se enviaron cartas a los representantes del sector informándoles de estas novedades.

El presidente de la federación del pequeño comercio de Zaragoza (Ecos), José Antonio Pueyo, ya traslada su «oposición total» a la medida. «No lo vemos necesario y podría dañar aún más al pequeño comercio. Además, a efectos prácticos este año va a tener nueve meses hábiles, así que la cifra de festivos de apertura es lógico que baje», dice Pueyo, que apunta que por el momento solo «se ha perdido» el del 3 de mayo.

Actualmente, los festivos de apertura para lo que queda de año son los siguientes: 28 de junio (en la capital aragonesa se ha cambiado al 5 de julio), 6 de septiembre, 1 y 29 de noviembre, y 8, 20 y 27 de diciembre. En un plazo de un mes se podría saber si se suma alguno más, una decisión que se tomará atendiendo como siempre al «atractivo comercial para los consumidores», además de otros criterios como por ejemplo la conciliación laboral y familiar de los empleados.

La orden que publicará próximamente la consejería incluirá una novedad más. Y es que a partir de ahora los agentes del sector tendrán que elaborar sus propuestas de días festivos por provincias. En concreto, deberán trasladar cuatro planteamientos: tres para Zaragoza, Huesca y Teruel y otro para la capital aragonesa y su área metropolitana. De esta forma, la dirección general pretende adaptarse mejor a las realidades territoriales de cada provincia, evitando posteriores cambios de festivos como ocurre ahora. «Debemos ser sensibles a las necesidades; por ejemplo, en Zaragoza nadie opta por colocar festivos de apertura en Semana Santa, a diferencia de lo que sucede en Teruel», explica Fortea.

Los centros comerciales aragoneses no han sido los únicos que han solicitado mayor flexibilidad a la administración. El pasado lunes, en la cumbre empresarial organizada por la CEOE para la reactivación de la economía tras la pandemia, el presidente de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Alfonso Merry del Val, ya reclamó la apertura comercial todos los días festivos que quedan del año como vía para compensar los efectos del cierre obligado por el pasado confinamiento. «Tenemos que tomar medidas excepcionales para recuperar, aunque sea en parte, esta pérdida ingente de actividad y empleo que repercute directamente también en nuestra industria. Por ello, es razonable impulsar un gran pacto para ampliar horarios de apertura», demandó el presidente de la patronal, que aglutina a empresas como El Corte Inglés, Ikea o Carrefour.

Una lucha que viene de lejos

La batalla entre las grandes superficies y el pequeño comercio a cuenta de los horarios comerciales y las aperturas en festivo viene de lejos. Las primeras abogan por una mayor libertad y aseguran que abrir más días conllevaría más empleo, mientras que los segundos aseguran que esto decantaría aún más la balanza del lado de las grandes superficies y provocaría más cierres de establecimientos. Además, subrayan que los pequeños comerciantes no pueden permitirse contratar a más personal para abrir tantos festivos. Los sindicatos también se muestran reivindicativos en esta materia ya que aseguran que abrir más festivos impediría conciliar a muchos trabajadores de un sector fuertemente feminizado. Actualmente, los comercios de menos de 300 metros cuadrados tienen libertad para abrir cuando quieran.