Se cierra uno de los capítulos del tira y afloja que mantienen DGA y el consistorio zaragozano acerca de la cesión de terrenos. El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza alcanzaron ayer un acuerdo por el que el primero cederá al segundo la capilla del edificio Torre Ramona, inmueble al que se le presume valor histórico y artístico ubicado en el barrio de Las Fuentes de la ciudad. Esta cesión será gratuita y no se traducirá en una supresión de ninguna de las viviendas proyectadas por la DGA, unas 240, puesto que las que se iban a ubicar en el espacio cedido se desplazarán a otra zona de la parcela. Por su parte, el ayuntamiento se compromete con la conservación de este inmueble, el mantenimiento de las adecuadas condiciones de seguridad para las personas y bienes y la ejecución de las obras precisas para ello.

El consejero de Hacienda del Gobierno aragonés, Fernando Gimeno, y el concejal de Urbanismo del consistorio zaragozano, Pablo Muñoz, llegaron ayer a este principio de acuerdo por el que el Ejecutivo aragonés se compromete a no derribar esa parte del edificio, Además, permitirá al ayuntamiento el acceso y la ejecución de las obras necesarias para garantizar la adecuada conservación del bien.

TRAS LOS INFORMES

Aunque el pacto se anunció ayer, será a partir de septiembre cuando se concretará, después de que los técnicos «den verosimilitud» al acuerdo, explicó Muñoz. «Como mínimo, habrá que modificar el plan general y habrá que establecer la catalogación y protección del bien», detalló el concejal, quien añadió que, «por la parte del Gobierno de Aragón, tendrán que modificar el proyecto de derribo para que no atente contra esa parte del edificio».

Además, el concejal destacó que el propio Ejecutivo autonómico les confirmó que van a realizar el cerramiento de algunas zonas del inmueble «de manera inmediata», tras el requerimiento realizado el pasado miércoles en la gerencia de Urbanismo del ayuntamiento.

Acerca del futuro uso que se le dará al espacio cedido, el edil subrayó que este se destinará «a equipamiento público», de manera que la capilla quedará integrada en una zona verde, puesto que también incluye una parte del jardín.

En cuanto a las cantidades que tendrá que desembolsar el consistorio para la rehabilitación de la capilla, el concejal explicó que todavía no han podido entrar en la zona para realizar una valoración completa de su estado actual y, de esta forma, evaluar el coste de la rehabilitación en el futuro. Precisamente, añadió que una de las partes del acuerdo es el acceso para estudiar el bien.

El Departamento de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón, a través de su Servicio de Patrimonio, adoptará, durante las obras de demolición del resto del inmueble, «todas las medidas que sean necesarias» para evitar cualquier afección a la parte del edificio objeto de la cesión. Para ello, se adoptarán las medidas de seguridad y estabilización necesarias.