La DGA da por cerrado el brote de legionela registrado en junio en el Clínico de Zaragoza, con un balance de 30 afectados, siete de los cuales fallecieron. Estos fueron los datos que ratificó ayer el catedrático y director general de Salud Pública, Luis Gómez, que aseguró que no se ha descartado un cambio de ubicación de las torres de refrigeración donde se localizó la bacteria ni un endurecimiento de la legislación de prevención de la legionela para ofrecer "todavía más garantías".

Gómez avanzó que el grupo técnico analiza la posible sustitución de las torres de refrigeración por otras "más seguras desde el punto de vista de difusión de los aerosoles". No obstante, reiteró que esta bacteria "está ahí siempre" y que, de hecho, "el 25% de la población sana" está habitualmente en contacto con ella sin que se produzcan consecuencias.

El catedrático aseguró que, una vez investigados los informes de la empresa que lleva a cabo el mantenimiento de los sistemas del Clínico, no se ha hallado evidencia de negligencias.

Mientras una de las personas afectadas por el brote sigue en la UCI, donde "evoluciona favorablemente", Salud Pública investiga otros cinco casos que podrían estar relacionados con los del hospital. La dirección general también ha confirmado que el brote está asociado sólo a dos de las seis torres de refrigeración del centro.

La consejera de Sanidad, Luisa Noeno, comparecerá la semana que viene en las Cortes para informar de este mismo brote.