El Gobierno de Aragón se mantiene firme y no ordenará el cierre de los prostíbulos, tal y como solicitó la ministra de Igualdad, Irene Montero, pero lo que sí va a hacer es ofrecer una alternativa residencial a todas aquellas que lo soliciten y de forma gratuita. Una decisión, la de mantener abiertos los burdeles, que no ha sentado nada bien en el sector del ocio nocturno, que dicen que la única solución que les deja la DGA para volver a abrir sus negocios es reconvertirse en clubs de alterne.

Desde el Gobierno de Aragón están buscando alternativas para poder alojar a todas las prostitutas que requieran de un alojamiento seguro y gratuito. La crisis sanitaria las hace todavía más vulnerables ya que se ven obligadas a seguir trabajando y sin las medidas de seguridad e higiene que requiere la situación.

Este servicio ya se puso en marcha durante el estado de alarma y 21 mujeres recurrieron a los alojamientos de la DGA. Todavía están estudiando las alternativas y tienen previsto hablar con el Ayuntamiento de Zaragoza para barajar más posibilidades aunque por ahora se barajan los pisos sociales, las residencias y varios espacios públicos.

La ministra de Igualdad solicitó por carta a sus homólogas en las comunidades autónomas que cerrarán los prostíbulos tras detectarse varios brotes, sin embargo, fuentes consultadas aseguran que esta medida no es sencilla porque hay dudas jurídicas de que se pueda hacer. Entre otras cosas, porque no tienen una licencia concreta, más bien operan como si fueran restaurantes, hoteles, albergues o bares de copas.

Este argumento no le ha gustado nada al sector del ocio nocturno, obligado a echar el cierre por decreto, y tras conocer la decisión de la DGA de mantener abiertos los burdeles, no tardaron en reaccionar diciendo que van a empezar a operar como prostíbulos para poder abrir sus locales.

Ironizan incluso con el eslogan de reapertura: Ven a la ciudad de Zaragoza. Copas con final feliz, siente la magia. En su escrito, la Asociación Plataforma de Empresarios Hosteleros de Aragón (APEHA) y la de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza explican que convertirse en clubs de alterne «no es para nada el modelo de negocio que tenían en mente» pero que «han entendido que vender nuestro cuerpo es la única manera de que los señores Lamban y Aliaga nos devuelvan el derecho al trabajo y salvar nuestros negocios».

Una apuesta, continúan, de reconvertir el ocio nocturno «por el sexual» que permitirá tener una oferta de hasta 300 burdeles en Zaragoza. Se comprometen, además, a cumplir con todas las normas sanitarias «y que tan buen resultado han tenido sin ningún contagio hasta la fecha», prosiguen.

El texto finaliza «hablando claro» y pidiendo tanto al presidente de Aragón como al responsable de Turismo, Arturo Aliaga, que «arranquen de una vez para salvar la economía de Aragón» y a un sector abocado al cierre salvo que levanten, prosiguen, la prohibición de poder abrir sus locales de ocio nocturno.