Un total de 17 personas sufrieron el pasado martes una intoxicación alimentaria en Villel, una localidad próxima a Teruel. Al cierre de esta edición, ocho de ellas seguían ingresadas en el hospital Obispo Polanco con una gastroenteritis de carácter leve que pudo ser causada por la ingesta de setas y hongos, si bien se están realizando análisis para determinar con precisión la raíz del problema.

Los afectados habían celebrado una comida familiar y poco después empezaron a sentirse mal, según apuntó ayer el alcalde de Villel, Juan José Rodero, que ayer fue al hospital a interesarse por su salud.

"En principio, los médicos han descartado que se trate de una intoxicación por tomar setas", comentó el regidor. Al parecer, los afectados habían comido, además de hongos, mahonesa y marisco.

ANÁLISIS "Los responsables del centro sanitario le han pedido al anfitrión, al que organizó la comida, que lleve restos de todos los alimentos que se tomaron en el banquete, para ver dónde se encuentra el problema", añadió Rodero.

Al parecer, los ingresados y los que han recibido el alta son miembros de dos familias. Algunos de ellos residen en Villel todo el año pero otros viven en Francia y se reúnen una vez al año en torno a una mesa, aprovechando las vacaciones.

Villel, como gran parte de Teruel, se encuentra en una zona geográfica con gran abundancia de diversas variedades de setas. Y estos últimos días la caída de intensas lluvias ha producido la proliferación de este alimento en los bosques.

Con todo, no se descarta que la intoxicación pueda estar relacionada con el consumo de mahonesa y de marisco, algo que tendrán que determinar los análisis que ahora se están realizando en los laboratorios del Obispo Polanco.

Fuentes médicas indicaron ayer que, en principio, el efecto de la intoxicación fue una gastroenteritis de carácter leve, por lo que los afectados aún hospitalizados no tardarán en recibir el alta.