El Centro de Innovación y Formación de Teruel lleva desde ayer el nombre del diplomático aragonés Ángel Sanz Briz, quien ayudó a miles de judíos a huir de Hungría durante la Segunda Guerra Mundial desde su puesto en la embajada española en Budapest. Por este motivo, la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat, y la familia de Ángel Sanz Briz visitaron ayer el centro de Teruel, desde el que se coordina la formación del profesorado de toda la provincia.

Los buenos oficios de Sanz Briz consiguieron que más de 5.000 judíos pudieran escapar del país centroeuropeo al estallar el conflicto, con lo que evitó que murieran en los campos de exterminio nazis, según un comunicado del Ejecutivo aragonés.

Por ello el departamento de Educación ha querido poner su nombre a un centro educativo como "homenaje y reconocimiento" a los valores humanos que representa y que es fundamental que conozcan los escolares aragoneses.

Así lo señaló Serrat quien, junto a Juan Carlos Sanz, hijo de Ángel Sanz Briz, descubrió una placa en memoria del diplomático aragonés. Además vieron un fragmento del documental El ángel de Budapest, que es como se conoce al embajador español.

A continuación, visitaron la exposición Visados para la libertad. Diplomáticos españoles ante el holocausto, organizada por el Centro Sefarad-Israel.