Luis Fernando T. T. aceptó ayer, ante la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Zaragoza, una condena de dos años de prisión como autor de un delito de estafa por haber hecho que le diera 30.000 euros una tía suya afectada por un fuerte síndrome depresivo a la que colocó, sin que ella fuera consciente, al frente de la clínica dental que explotaba en Lérida y que acumulaba fuertes deudas y obligaciones.

La mujer, representada por la letrada Carmen Cifuentes, tiene más de 75 años y nunca trabajó. Se ocupó de las labores del hogar y sufrió un trastorno mental al fallecer su esposo en el 2006.

Luis Fernando T. T., que ocupaba el cargo de administrador único de la empresa que explotaba la clínica, instó en el 2010 el concurso de acreedores de la misma ante la situación de insolvencia que atravesaba. El administrador concursal propuso liquidar la sociedad.

El día de la subasta, y tras hacerle firmar varios documentos cuyo contenido desconocía, formalizó en nombre de su tía una puja de 35.000 euros --30.000 procedían de una cuenta de ella-- que resultó ser la más elevada de las presentadas y que hizo que la anciana resultara adjudicataria de la clínica.

Unos meses después, la mujer se encontró con que el propietario del local que ocupaba la clínica dental, que tiene abiertas varias causas por demandas de clientes, le reclamaban 35.000 euros por impago del alquiler.