Cuatro años después de que el Ayuntamiento de Zaragoza cerrase la Casa de Socorro, el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha respaldado con dos sentencias la decisión del consistorio y han desestimado los dos recursos que en su día interpusieron CCOO y UGT. La decisión del ayuntamiento causó una oleada de protestas entre el personal municipal, dado que el cierre del dispositivo suponía que dejaban de tener una asistencia específica y pasaban a ser atendidos en el régimen general del Gobierno de Aragón.

Las centrales sindicales argumentaban en sus recursos que no se produjo la negociación sindical que establece la legislación y que la decisión supuso una derogación unilateral del pacto que se había alcanzado en el 2008 y que tenía vigencia hasta el 2011. Pero las dos sentencias niegan estos argumentos. "Si no llegó a haber negociación no fue porque faltara información o incluso oferta negociadora por parte del ayuntamiento, sino porque todas las organizaciones sindicales se negaron a entrar a negociar", indica uno de los fallos.

RECHAZO El tribunal también avala que no se respetase el pacto convenio de aquel momento y argumenta uno de los artículos de la ley del empleado público, que cita textualmente: "Se garantiza el cumplimiento de los pactos y acuerdos salvo cuando excepcionalmente y por causa grave de interés público derivada de una alteración sustancial de las circunstancias económicas, los órganos de gobierno de las Administraciones Públicas suspendan o modifiquen el cumplimiento de pactos y acuerdos ya firmados, en la medida estrictamente necesaria para salvaguardar al interés público".

La sentencia detalla que el ahorro que el consistorio iba a conseguir con el cierre de la Casa de Socorro era de 4,3 millones de euros, es decir, "se justificaba" por razones económicas. También rechaza el tribunal que fuera necesario convocar una mesa de seguimiento del pacto ni una mesa técnica para la adaptación del texto del convenio dado que "el acto impugnado no surge de la aplicación del pacto".

Los dos fallos refrendan la polémica decisión municipal de cerrar la Casa de Socorro, que ofrecía servicios médicos desde 1933. Aunque en sus comienzos se dedicaba a dar asistencia a las clases desfavorecidas, a partir de la década de los sesenta se convirtió en el centro de referencia de la asistencia médica y farmacéutica de los funcionarios municipales y sus familias. En el momento de su clausura, un total de 5.750 empleados municipales se beneficiaban de la Casa de Socorro.