La falta de camas en planta en el hospital Royo Villanova tuvo sus consecuencias en las Urgencias del centro. Los pacientes pendientes de ingreso estuvieron a la espera de que una cama se quedara libre durante horas. Es el caso de la madre de Ernesto Salazar que estuvo 11 horas en boxes hasta que pudieron formalizar el ingreso. "Nos han dicho que pongamos una queja", explicaba Salazar, que tras quejarse en reiteradas ocasiones fue atendido por un médico que le informó de que estaban teniendo problemas de espacio. "No tiene sentido que sea un doctor el que me explique esto, él tiene otras competencias", decía. Así mismo, indicó que el propio sanitario le animó a que llamara a la prensa y denunciara la situación dando a entender, dijo Salazar, que él no podía hacerlo. Su madre fue operada esta semana de cáncer de colon y el miércoles le dieron el alta a última hora de la mañana "porque no presentaba síntomas". A las 17 horas ya estaba otra vez en el Royo, esta vez en Urgencias, con fiebre alta.