Fernando Yarto, el comandante fallecido ayer por un disparo accidental en unas maniobras en el campo de tiro de Las Batiellas, ha recibido hoy un emotivo e íntimo adiós en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca, en Huesca. La afluencia de personal civil y militar ha sido masiva para despedir al militar, alpinista y compañero.

Los que han sido sus alumnos del curso de Montaña y una sección de Tropas de Montaña perteneciente al Regimiento de Cazadores del Galicia 64 han recibido los restos mortales del militar fallecido, formados en el acceso al local habilitado como capilla, que se ha quedado pequeño.

En el trascurso del funeral, el coronel director de la escuela ha destacado de Fernando Yarto que era "un experto montañero y un militar ejemplar". Y ha añadido: "La casualidad quiso que entregara su vida al frente del Curso de Montaña en un tema de fuego real, exhibiendo así esa doble cualidad que le definió durante toda su carrera: operativa militar y montañera".

Los actos fúnebres han concluido con la imposición al fallecido de la Cruz del Mérito Militar con distintivo amarillo, que a título póstumo impuso el jefe del Mando de Adiestramiento y Doctrina, el teniente general José Carrasco Gabaldón.