Los conductores del autobús urbano de Zaragoza se reunieron ayer en asamblea para analizar los «incumplimiento» de la empresa, Avanza Zaragoza, tanto del convenio colectivo como del acuerdo alcanzado en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) en octubre, donde volverán a retomar las negociaciones el próximo lunes. El comité de huelga ha convocado paros durante tres fines de semana, los días 21, 22, 28 y 29 de abril y 5 y 6 de mayo. El viernes de la semana que viene la plantilla tendrá que decidir si está a favor de volver a convocar paros.

Nuevamente, los cuadros de marcha están en el punto de mira. Según el comité, los turnos no se ajustan a la realidad y siguen provocando que se hagan «unas 3.000 horas extra al mes». Desde la empresa aseguran que desde octubre del 2017 se pusieron en marcha unos turnos que se elaboraron registros reales de los tiempos de viaje realizados por los autobuses» y que los conductores cuentan con más tiempo de descanso al final de cada trayecto. Además, añaden que se han presentado a los representantes sindicales varias propuestas que han sido rechazadas.

Respecto al estado «obsoleto» de la maquinaría, según los empleados, desde Avanza Zaragoza matizan que a lo largo de este año se irá renovando. Los trabajadores denuncian también que realizan labores que no corresponden con su categoría profesional.

Los aseos en los finales de línea también se presentan como uno de los motivos para ir a la huelga. Desde el comité insisten en que llevan «meses de retraso» y la contrata responde que están negociando con el consistorio.

En relación al ayuntamiento, ni la responsable de Movilidad, Teresa Artigas, ni el de Servicios Públicos, Alberto Cubero, se han reunido con los empleados todavía. Según criticaron desde el comité, ambos concejales enviaron a sus asesores, quienes se «limitaron» a escuchar sus reivindicaciones sin propuestas que puedan amainar las aguas.