El pleno ordinario del Ayuntamiento de Zaragoza concitó la unanimidad de todos los grupos para aprobar el plan de regeneración urbana que se ha acordado con los vecinos del entorno del Pignatelli. Un documento en el que, tras el proceso participativo y para que no se apeara ningún partido del acuerdo, se decidió una serie de actuaciones excluyendo uno de los edificios públicos que son referentes en la zona, el viejo cuartel de Pontoneros. Todos los grupos municipales, y el propio Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC), celebraron el consenso aunque hubo críticas al retraso, que ha impedido desarrollarlo antes de finalizar la legislatura.

También en el apartado de Urbanismo, se dio luz verde al convenio a tres bandas con el Gobierno de Aragón y la Cámara de Comercio por el que se regularizarán los antiguos suelos del IFET en el barrio del Picarral. Un pacto «histórico» que debe refrendar la DGA.