Las negociaciones entre el PSOE y Podemos para la investidura de Javier Lambán y para la conformación del futuro Gobierno de Aragón siguen encalladas, y desde la formación morada reiteran que no aceptarán una reunión entre sus líderes, Lambán y Nacho Escartín, porque son los equipos negociadores designados por ambos partidos los que tienen que entenderse. Solo que no terminan de hacerlo. El candidato a presidir el Ejecutivo está manteniendo una fluida comunicación con Escartín por WhatsApp, según fuentes socialistas, pero no se cierra una cita.

En los últimos días pareció haber tímidos avances, al menos en cuanto a concreción de posturas y peticiones. Así, Lambán anunció a finales de la semana pasada que si bien respaldaba al PAR en su negativa a compartir Gobierno con Podemos, este sí podría ocupar segundos niveles administrativos en áreas de su interés, como podrían ser los servicios sociales o el medio ambiente.

Tras las declaraciones, Podemos convocó un consejo ciudadano el sábado en el que se acordó, entre otras cosas, la negativa a cualquier veto previo como el que existe, que un hipotético Gobierno con ellos no pactaría medidas con la oposición y una relación de puestos de la idea de Gobierno socialista.

DOCUMENTO

Esto último, indicaron fuentes socialistas, va a ser un escollo complicado de salvar. Entre otras cosas porque difícilmente se puede elaborar un plan sin saber si Podemos va a estar en él. Además de las dificultades que encuentran a la hora de proponer candidatos que luego podrían ser desechados tras haber en la negociación final, tras haber trascendido, con el coste político que esto conlleva. Aun así, trabajan en un documento, indicaron. Además, el PSOE insiste en separar la negociación de la investidura, ahora, del de la gobernabilidad, que sería después, aunque el encuentro entre Lambán y Escartín pudiera anticiparla.

En esta tesitura, la situación comienza a recordar a la que se dio en la negociación para los últimos presupuestos de la comunidad, en la que Podemos insistía en que se garantizasen cinco puntos programáticos y el PSOE, en negociar sin vetos previos. Unas posturas que, como ahora, todo el mundo esperaba que cambiasen, pero que al final se saldaron sin cuentas públicas.

Esta vez el escenario es distinto, pues sobrevuela la repetición de elecciones, que nadie desea oficialmente. Pero con unas conversaciones que se preveían rápidas, ya se ha sobrepasado en dos días la fecha de constitución de Gobierno en el 2015.