Las actividades de tráfico de drogas afectaban hace 15 años a Zaragoza y algunas comarcas de Huesca. El problema no era tan grave en el resto de Aragón. Sin embargo, en los 90, la distribución de estupefacientes llegó a casi todas las localidades de la comunidad, especialmente a las que contaban con discoteca y formaban parte de la conocida entonces como ruta del bakalao. En los últimos años, los vecinos de Calamocha habían denunciado la excesiva presencia de drogas en la comarca.