Alfredo Silverio fue detenido a principios de este año por acosar a la dependienta de una tienda que la firma Stradivarius tiene en la capital aragonesa. Inicialmente se enfrentaba a 17 meses de prisión, si bien la Fiscalía Provincial de Zaragoza decidió sustituir esta condena por una multa económica como autor de un delito contra la libertad sexual.

La razón de dicho cambio fue el informe mental que presentó la abogada de la defensa, Cristina Remón. En dicho documento realizado en la Unidad de Atención y Seguimiento de las Adicciones del Hospital Nuestra Señora de Gracia de la capital aragonesa en el que se destaca que el paciente fue derivado por su médico de Atención Primaria por un trastorno esquizofrénico al que se añade el consumo de alcohol. Durante el tiempo que estuvo en tratamiento, el encausado acudió a las consultas en las que reconoció que además de los problemas con la bebida también consumía cannabis.

Ante dicha circunstancia, la titular del Juzgado de lo Penal número 6 de Zaragoza decidió condenar in voce a Alfredo Silverio por delito contra la libertad sexual con la eximente incompleta de alteración psíquica a la pena de 1.000 euros y 200 euros de responsabilidad civil por daño moral a la víctima. No le aplica ninguna medida de seguridad al no haber sido condenado el autor a pena privativa de libertad.

Los hechos que admitió el encausado se remontan al 13 de enero del 2018. Ocurrieron cuando quedaban minutos para que la tienda situada en la calle Delicias cerrara al público y las empleadas recogían la ropa. Fue en ese momento cuando el procesado se bajó los pantalones y refrotó sus genitales contra una de las dependientas que se encontraban en el establecimiento. Ella, en ese momento, se encontraba agachada.

Una situación que observó un hombre que estaba en el interior del establecimiento y que no dudó en coger por los hombros a Alfredo Silverio y lo echó a la calle. Fue detenido en las inmediaciones.