Seguirá la huelga indefinida en el servicio de mantenimiento de los parques y jardines de Zaragoza, y ya van 27 días. Tal y como se esperaba, la dirección de la contrata, la empresa FCC, trasladó ayer a la mesa de negociación con el comité una oferta económica que pretendía dejar en un 9,5% la rebaja salarial del 21% que aplicó el pasado mes de febrero. Pero el resultado fue el mismo. Fracasó en el intento ante una plantilla que sigue viendo inaceptables las condiciones laborales en las que se pretende dejar sus contratos. Tanto que ni se plantean trasladar la propuesta al resto de trabajadores, lo que dio pie a que ahora sean los responsables de la empresa los que les acusen de "inmovilismo" en las conversaciones.

Tal y como adelantó ayer este diario, la dirección de FCC acudían a la primera reunión de este nuevo calendario intensivo de negociaciones fijado el lunes con una mejora económica que suponía aumentar las retribuciones que ahora (desde hace tres meses) perciben en un 11,5%. O esa es la lectura que ella hace, ya que la que hacen los empleados, que son los que han sufrido ese recorte salarial, es la de dejar en la mitad esa rebaja en sus salarios. Primero les aplican un 21%, hace pocos días les ofrecen dejarlo en un 15% y ayer en un 9,5%. ¿Qué ha cambiado? De eso nadie habla.

Pero lo cierto es que el comité de empresa también hizo los deberes y puso sobre la mesa sus pretensiones, que consistían en regresar al pacto laboral vigente antes de la entrada en vigor del actual contrato (el pasado 1 de enero), aceptar la congelación salarial para este año (el tercero consecutivo, aseguró), y pactar la subida equivalente al IPC en los próximos tres años (del 2015 al 2017). Además, reclamaron a la dirección que todo el personal de contrato pase a ser indefinido, crear una comisión paritaria de formación, un plan de conciliación familiar y de seguridad y salud, y que los encargados y técnicos de la empresa, por ser personal de confianza, queden excluidos de este pacto.

Así que, teniendo en cuenta que la dirección garantizaba el mantenimiento de todas las condiciones sociales incluidas en el pacto laboral, la discusión se centra en el componente económico. Y ahí es donde siguen sin entenderse, mientras los parques de la ciudad siguen acumulando porquería.

Mientras, la candidata socialista a las elecciones europeas, Inés Ayala, sigue sufriendo las protestas de los jardineros en lucha, que le recriminan a ella la inacción del ayuntamiento en este conflicto. Ayer le tocó en el edificio Interfacultades del campus de San Francisco, donde la abordaron como ya es costumbre para pedir su intervención con sus compañeros del consistorio. Incluso uno de ellos se quedó en ropa interior para reprocharle que les están "dejando en calzoncillos".