La situación que viven los vecinos de este barrio zaragozano en los últimos días es difícil. Por ello, hemos querido conocer su opinión acerca de los nuevos brotes de contagio y cuáles han sido las posibles causas, acerca del «miedo» que se ha instalado entre los ciudadanos de la zona y, también, el parecer sobre las medidas de control de la DGA.

Feli Alba, vecina del barrio de Delicias

«Veo mucha imprudencia en la gente, no llevan la mascarilla. La policía no puede estar encima de todo el mundo pero me parece de maravilla que esté controlando. El domingo fue el primer día después de mucho tiempo que veía a tres policías controlando la calle Delicias», comentó.

Mercedes Arnal, vecina de Delicias

«Tengo dos hijos. Uno vive en Arcosur y no viene aquí para nada. Me dice: ‘Mamá, yo a las Delicias no voy, de la manera en que está eso no voy’. Y por su barrio sale por las vías anchas y con mascarilla. Y tengo otro que vive aquí conmigo y no sale para nada», afirmó Mercedes sobre el miedo a salir por el barrio.

Mari Carmen Tena, comerciante de Las Cosas de Nora

«Una situación complicadísima para nosotros. No podemos cerrar pero los gastos los tenemos igual. La gente tiene miedo y no gasta. Hay muchos que han cerrado por vacaciones pero obligados al mismo tiempo. Tal y como estamos nos vamos a ir todos a garete», lamentó la responsable de la tienda de moda.

María Lorén, comerciante de Tirsa and Co.

Sobre la situación del comercio y el miedo generado por la situación: «Hay muchos negocios que ya ni abren. Hay tanto miedo en la calle Delicias que la gente no viene. Las ventas están bajando que no veas. La gente que iba al hospital luego venía aquí a comprar o a tomar algo, pero ahora ya ni eso».

Eduardo Marín, vecino de Delicias

«Veo normal que el barrio sea el foco de contagios más importante de Zaragoza, porque aquí se mueve mucha gente, de muchos estilos, de muchas razas, gente que trabaja en el campo, y supongo que ese será el motivo. Y no deja de ser uno de los barrios más grandes de Zaragoza», expresó Marín.

Jesús Carbonel, vecino de Delicias

«Si hubieran puesto interés desde el primer momento, se podría haber focalizado el problema». Carbonel añadió que siempre deja la distancia de seguridad: «Yo ando porque lo primero que hago es mantener la distancia y esa es la mejor medicina. Si veo a un conocido le digo adiós, pero no paro».

Clemente, vecino de Delicias

«La situación es precaria en el sentido de que la gente se toma esto como quiere, hay poca formalidad. Sobre todo por parte de los jóvenes». Sobre las medidas implantadas dijo: «Pasar a la fase 1 es peliagudo, pero tendría que ponerse otra vez, y aun tendría que haber más controles policiales».

Carmelo Trueba, vecino de Delicias

«El miedo es muy malo, lo que pasa es que tenemos que adaptarnos a las consecuencias de la vida. Esto no lo trae la naturaleza». Asimismo, Trueba manifestó la importancia de cumplir con todas las normas establecidas: «Hay que adaptarse a las medidas que impone la DGA porque si no se van de las manos».

Agustín Gutiérrez, vecino de Delicias

Agustín cree que la cantidad de gente que habitualmente transita por el barrio y los temporeros de la zona son las principales causas de esta situación. «Tengo una hermana en Estados Unidos que me llama y me dice, ¡pero chico!, ¿Qué está pasando en Delicias?», señaló.