La fiesta medieval de los Amantes de Teruel estrenó ayer un torneo medieval que acompañó a los miles de visitantes que viajaron a la ciudad para presenciar la representación popular de la leyenda del imposible amor de Isabel y Diego. Cumpliendo con el programa, Diego de Marcilla regresó ayer a Teruel, de donde había partido hace cinco años en busca de fortuna, para reencontrarse con su amada Isabel de Segura y muere cuando ésta le niega un beso de amor, al haberse casado con Pedro de Azagra, señor de Albarracín, por creer que había muerto.

Miles de turolenses salieron por la mañana a las calles de la ciudad ataviados con indumentarias de principios del siglo XIII, para acompañar a los más de cien actores aficionados que participaron en la representación.

Según previsiones del Ayuntamiento, la ciudad acogerá este fin de semana a más de 40.000 visitantes que supone un récord desde que esta fiesta de invierno comenzó a celebrarse hace ocho años.

Los hoteles de la ciudad y los poblaciones cercanas tienen una ocupación del 100%, un dato que, según el concejal de Turismo, Eloy Mayo, demuestra el arraigo que ha conseguido en tan poco tiempo la fiesta, que comenzó como una iniciativa de la Asociación de Mujeres Empresarias y un grupo de danzas medievales.

Desde primera hora de la mañana, las calles del centro de la ciudad estaban abarrotadas de personas, que recorrieron los más de 150 puestos artesanos y comerciales del mercadillo medieval, informó Efe .

Para mantener la atención de turolenses y visitantes, durante la jornada se desarrollaron numerosas actividades en las calles con animación infantil, danzas, luchas con espadas, tiro con arco, cuentacuentos y pequeñas escenas que acompañaron el desarrollo de la representación teatral.

El mayor atractivo de la programación fue el desfile por la ciudad del grupo de caballeros que participaron en un torneo en la plaza de toros ante 7.000 espectadores.

Al mismo tiempo y en la plaza del Torico se celebró un festejo taurino tradicional, el toro ensogado, como fiesta ofrecida a los turolenses por Pedro de Azagra para celebrar su boda con Isabel.

Será hoy cuando llegue el clímax de esta historia, con el cortejo fúnebre de Diego, cuyo cadáver será llevado en andas hasta la puerta de la catedral en dónde Isabel dará a su amado Diego el beso que le negó en vida y morirá de amor.