La planta de Stellantis en Figueruelas tendrá que acometer en los próximos años una inversión superior a los 230 millones de euros para electrificar la línea 1 y adaptarla a la nueva movilidad. El montante llegará sí o sí, aunque la factoría no consiga hacerse con los fondos solicitados a Europa. El anuncio lo hizo el director de la factoría, Juan Antonio Muñoz Codina, a solo unas semanas de abandonar la fábrica aragonesa con destino Vigo, donde dirigirá un clúster de 8 plantas de Stellantis ubicadas en siete países. «En los próximos dos, tres o cuatro años la factoría fabricará nuevos vehículos y habrá que adaptarse» a la nueva realidad, sentenció. «Hay que pensar que en la línea 1 (Aircross y Crossland X) el porcentaje de vehículos eléctricos que se fabricarán en pocos años será mucho más importante que el actual», subrayó el directivo, que anticipó que la generación de estos modelos llega a su fin en el corto plazo.

Muñoz Codina, que lleva poco más de dos años y tres meses al frente de Figueruelas, augura un futuro prometedor a la planta. De hecho, es una «gran candidata» y cuenta con suficientes avales para albergar nuevos modelos y productos del consorcio formado por PSA y FCA. «No veo ninguna amenaza para Figueruelas, sino todo lo contrario. Zaragoza va a tener un papel muy relevante en el planeta automovilístico de Stellantis porque está en el ránking de las mejor situadas, ya que ha hecho las cosas bien», subrayó. Tanto es así que el directivo gallego situó al mismo nivel a las factorías de Vigo y Zaragoza, aunque hace unos años el máximo responsable de PSA, Carlos Tavares, dijo que existía un gap entre ambas.

Sobre quién pilotará Figueruelas durante los próximos años, no quiso adelantar acontecimientos aunque todo apunta a que su relevo lo tomará Manuel Munárriz, actual número 2 y responsable de Manufacturas de la fábrica. Sea quien sea «estará en muy buenas manos», recalcó Muñoz Codina.

El camino que tendrá por delante, en cualquier caso, no será sencillo, ya que deberá afrontar la actual crisis de los semiconductores que ha supuesto dejar de fabricar hasta ahora unas 14.000 unidades por la falta de suministros. Y el horizonte no tiende a mejorar a corto plazo, pronosticó el máximo responsable de Figueruelas. «La situación no cambiará en los próximos meses», al tiempo que reconoció la merma productiva que provocará la falta de piezas. Pese a ello, «estamos entre los fabricantes que han tenido un menor impacto» porque «la estrategia ha sido esperar hasta el último minuto» antes de cancelar un turno.

Desde Stellantis, avanzó Muñoz Codina, ya trabaja un equipo de ingeniería en desarrollar componentes alternativos. El objetivo es poder «montar un componente diferente y alternativo» para no tener una dependencia tan elevada y aliviar posibles pérdidas de producción. «En un par de meses podremos tener un mayor margen de maniobra», indicó el director de la fábrica de Figueruelas, que espera el menor impacto posible.De hecho, Muñoz Codina estima que la factoría producirá «muchos más vehículos que en el 2020 y más que en el 2019, a pesar de la crisis de semiconductores y el contexto tan volátil que vive el sector del automóvil.

Fábrica de baterías

Y en ese escenario uno de los puntales sobre los que pivota el negocio son las fábricas de baterías, un anhelo al que aspira Aragón. Muñoz Codina insiste en que con desearlo no basta, aunque reconoce que la DGA ha realizado un buen trabajo.

Figueruelas, de momento, ya tiene su planta de ensamblaje en marcha, aunque faltan otras dos patas: fabricantes de carcasas (algún proveedor aragonés como Proma ya trabaja en ello) y productores de módulos y células, que es lo que precisa de una inversión milmillonaria. «Aragón tiene las mismas opciones que otra comunidad», pero para lograrlo hace falta un gran constructor o varios, el apoyo del Gobierno, acuerdos comerciales y clientes potenciales, indicó Muñoz Codina.

Por lo pronto, Stellantis ha sellado una joint venture con Total que permitirá instalar una planta de baterías eléctricas en la frontera entre Francia y Alemania y otra en el país gerrmano. ¿Aragón? podría ser una opción, pero habrá que esperar.

El 2021 todavía puede deparar muchas sorpresas. La nueva corporación PSA-FCA, la evolución de la pandemia, la crisis de los semiconductores, la electromovilidad y los fondos europeos son cuestiones que decidirán el futuro de Figueruelas en mayor o menor medida. En unas semanas Muñoz Codina dirá adiós, pero seguirá pendiente del futuro de Stellantis.