El Parque del Agua "Luis Buñuel" de Zaragoza ha incorporado una nueva zona ambiental de 8.700 metros cuadrados destinada específicamente a la colonización de diferentes tipos de aves.

La incorporación de este nuevo hábitat supone un nuevo paso en la consolidación del parque y de todo el entorno del meandro de Ranillas como reserva natural propicia para la presencia permanente de especies animales, aves y vegetales autóctonos, o de paso, para aquellas de carácter migratorio, ha informado el Ayuntamiento de Zaragoza.

El proyecto, que ha contado con el asesoramiento y la colaboración de la asociación SEO/Bird Life y se ha ejecutado con materiales reciclados y recursos propios del parque, está ideado para acoger hasta veinte tipos diferentes de especies de aves.

En la actualidad ya se ha detectado la presencia de unas diez, entre las que destacan las cigüeñas, los cormoranes, los vencejos, los murciélagos y las fochas, entre otras especies.

La parcela-isla contará con nueve 'porterías', de cinco metros de altura, tipo 'perchas' para favorecer la instalación de nidos de diferentes especies; seis 'perchas' de cuatro metros de altura, para instalar comederos; treinta casitas de pájaros para que se posen cormoranes y aves pescadoras, y cuatro postes de seis metros para nidos de cigüeñas y gaviotas.

Además, se ha edificado una caseta con capacidad para cien nidos del llamado 'avión zapador', especie de ave insectívora en peligro de extinción que come moscas, mosquitos y avispas y aporta grandes beneficios al equilibrio medioambiental del entorno.

Esta parte del proyecto es una apuesta a largo plazo, ya que se trata de un ave migratoria, que suele visitar el valle del Ebro en los meses de junio y julio, pero se espera que con esta infraestructura se pueda propiciar una colonización del espacio de manera permanente.

En cuanto al entorno vegetal y medioambiental, se han plantado zarzas frutales esteparias para servir de alimento a las aves, así como diferentes zonas favorables para la cría de lagartijas y reptiles, que también componen la dieta alimenticia de algunas especies.

Además del propio enriquecimiento medioambiental que supone la presencia continuada de aves en el parque, su actividad alimenticia permitirá actuar de forma directa en el control de plagas y especies animales invasoras.

De esta forma, la presencia de cigüeñas en la parcela permitirá reducir el número de topos, que dañan los taludes del parque, o de cangrejos americanos, especie invasora que actúa lesivamente contra otras especies autóctonas.

La nueva zona de aves quedará cerrada a los usuarios del parque, aunque se podrán realizar visitas guiadas a través de las Asociación SEO/BirdLife y del Club de Amigos del Parque.