Repsol se suma al apogeo inversor que viven las energías renovables en Aragón. En su apuesta por diversificar su actividad petrolera ante la urgencia del cambio climático, la multinacional española ha comprado a la aragonesa Forestalia proyectos eólicos que suman 335 megavatios (MW) de potencia, según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras de la operación. Los parques se localizan en el entorno de las localidades zaragozana de Villar de los Navarros (Campo de Daroca), donde pondrá en marcha 236 MW, y Fuentes de Ebro (Ribera Baja de Ebro), en la que ubicará casi 100 MW.

De esta manera, la compañía del empresario zaragozano Fernando Samper suelta lastre al deshacerse de una porción importante de los 1.500 MW de potencia eólica que ganó en las subastas del Gobierno central del 2016 y del 2017, un régimen que garantiza un suelo retributivo a las instalaciones avaladas.

Ninguna de las partes quiso hacer valoraciones sobre la venta, cuyo importe no se conoce. Lo que sí se sabe es que Repsol tiene previsto invertir en torno a 300 millones de euros en desarrollar los activos adquiridos en la comunidad (335 MW), agrupados bajo el llamado proyecto Delta y que se encuentran en una fase avanzada de tramitación. Lo chocante es que la petrolera retrasa la puesta en marcha de estos parques al año 2022, algo que incumpliría ampliamente la fecha marcada en las subastas estatales para su entrada, que es el 1 de enero de 2020.

Con un fondo danés / Forestalia se centra así en desarrollar los otros 1.165 MW que se adjudicó. La mayor parte de estos -más de 1.000- los tiene ya lanzados al haber logrado atar su financiación, la parte más sensible de un proyecto renovable por el importante esfuerzo económico que se requiere. En concreto, la empresa tiene repartidos sus proyectos en tres paquetes, en los que ha combinado diferentes socios y fórmulas de promoción.

El primero, denominado Goya y que se desarrolla en el entorno de Fuendetodos (Campo de Belchite), está formado por 300 MW y está participado por Engie (antes GDF Suez), el banco de inversión Natixis (Minorva, del grupo francés BPCE) y General Electric. El segundo, bautizado como Phoenix y que se levanta en las Cinco Villas, abarca 342 MW y cuenta con los mismos socios que el anterior. La tercera pieza del macropuzle de aerogeneradores que impulsa la compañía aragonesa suma otros 300 MW y se ha cerrado recientemente con el desembarco del fondo danés Copenhagen Infraestructure Partners (CIP), según avanzó El Confidencial.

Ahora quedan pendientes de desbloquear algo más de 100 MW, cuyo cierre financiero está «a punto de culminarse», según fuentes de Forestalia, que mostraron su satisfacción por los avances en el desarrollo de toda la cartera de los proyectos previstos en Aragón, tanto de eólica como de fotovoltaica. De esta última energía, la empresa se adjudicó en subastas otros 300 MW, a los que ha sumado más proyecto, como el adquirido a OPDE en La Muela, de 50 MW. En el caso del negocio solar todavía no ha iniciado las obras de construcción de ninguna instalación.

Los proyectos eólicos con los que se ha hecho Repsol en Aragón, algunos de los cuales tendrá también aerogeneradores en la provincia de Teruel, forman parte de los 800 MW renovables que la compañía ha incorporado a su cartera de activos para avanzar en su objetivo estratégico de impulsar «un negocio de bajas emisiones y con gran potencial de crecimiento orgánico y rentabilidad». La operación engloba otro plan eólico ubicado entre Palencia y Valladolid y un parque fotovoltaico en Cádiz. La inversión total estimada, que se materializará en cuatro años, es de 700 millones de euros.