La restauración del Monasterio de Rueda, finalizada en abril del año pasado, será galardonada el próximo 4 de junio en Múnich por Europa Nostra , asociación internacional financiada con fondos europeos que distingue a los mejores trabajos de recuperación y adaptación al entorno en el continente europeo. La villa turolense de Mirambel (1981) y el Palacio de Sástago de Zaragoza (1987) son dos iniciativas de rehabilitación que también cuantan con el reconocimiento de esta prestigiosa fundación.

Aunque todavía está por confirmar, es posible que acudan a recoger el galardón a Múnich la consejera de Cultura, Eva Almunia, y el director de Patrimonio de la DGA, Jaime Vicente. Europa Nostra , fundada en el año 1963, es una federación internacional integrada por casi doscientas ONG, cuyos fines son proteger el patrimonio cultural y natural, así como mejorar el entorno.

Esta prestigiosa asociación europea concede anualmente siete medallas de plata a las realizaciones más notables, y una medalla de honor. Además, entrega alrededor de cuarenta premios más, que consisten en una placa conmemorativa.

RESTAURACION DEL MONASTERIO La restauración del Monasterio de Rueda, ubicado en Sástago, fue inaugurada el 25 de abril del año pasado tras 13 años de trabajos, y más de un siglo después de que la desamortización de Mendizábal arruinara de un plumazo casi ocho siglos de vida monacal.

La recuperación de esta joya arquitectónica, que comenzó en 1991 y contó con una inversión global de 9,6 millones de euros, permitió abrir de nuevo al público la zona medieval.

Este monasterio, declarado Bien de Interés Cultural y construido junto al Ebro, constituye uno de los conjuntos monásticos cistercienses más destacados de entre todos los construidos en Europa entre los siglos XII y XIII. "En Aragón no sólo tenemos una sensibilidad especial para conservar el patrimonio, si no también para utilizarlo de cara al futuro", explicó en su inauguración el vicepresidente de la DGA, José Angel Biel, unas palabras que han quedado reforzadas con este premio.

El responsable de la rehabilitación, el arquitecto Javier Ibargüen, se mostró orgulloso de haber conseguido que Rueda abriera de nuevo este edificio de 800 años. La restauración permite al visitante respirar el mismo aire sobrio que flotaba en el ambiente allá por el siglo XII. Los monjes que fundaron esta abadía llegaron de Gimont en 1152, y pertenecían a la orden cisterciense.

La noria o rueda, que estuvo en funcionamiento hasta las primeras décadas del siglo XX, dio probablemente nombre al monasterio, convirtiéndose en su atributo heráldico, y en eje de la infraestructura hidráulica distribuida por el conjunto arquitectónico.