Hace más de un mes que no se han producido ataques de lobo en Aragón. El Ejecutivo cree que el animal podría haber abandonado el territorio, ya que se trata de «un único ejemplar en tránsito». Por el contrario, los ganaderos aseguran que sigue en la zona.

El Gobierno de Aragón supone que, ante las dificultades de acceso a los rebaños, el ejemplar se habrá ido. Desde el principio, el Ejecutivo barajó que podía tratarse de un animal en dispersión que pronto abandonaría el desierto de Monegros porque «allí no hay manadas instaladas ni alimentación suficiente».

Sin embargo, los propietarios de ganaderías extensivas «no cree n que el lobo se haya marchado». José Luis Lasheras, ganadero y representante de UAGA, aseguró a EL PERIÓDICO que «hace dos semanas lo vieron entre Perdiguera y Leciñena». Lasheras, explicó que los ganaderos incluso barajan la posibilidad de que «la DGA esté alimentando al lobo para evitar que agreda a los rebaños». Algo que el Departamento de Desarrollo Rural negó.

Por otra parte, el representante de UAGA afirmó que «hay un coche de la DGA vigilando la zona de la finca de El Vedado (situada en Monegros) para velar por la seguridad del ejemplar».

A esta segunda cuestión, el Gobierno argumentó que «tienen coches por todo el territorio y los Agentes para la Protección de la Naturaleza trabajan en todas las comarcas». Ante la aparición del lobo, «se intensificó la presencia de personal en la zona para valorar el problema de los ataques».

El colectivo del sector primario sigue temiendo que el lobo vuelva a atacar y, por ello, sigue extremando las precauciones. Los ganaderos de Monegros y de los alrededores han decidido encerrar a las ovejas en corrales como medida de seguridad, pero Lasheras aclaró que «no es una solución definitiva», porque «los pastos de las zonas con resguardos algún día se acabarán». Si no ha habido más ataques es porque «estamos constantemente vigilando los rebaños», añadió.

Desde el pasado 25 de marzo, cuando se produjo el primer ataque en Pina de Ebro, ya van más de 360 ovejas muertas. La última aparición ocurrió el pasado 26 de julio en Perdiguera, sumando un total de 23 apariciones en tan solo cuatro meses.

A pesar de que no ha habido ataques en más de 30 días, el verdadero paradero del lobo se desconoce. Puede que siga en la comunidad o que se haya ido.