La masiva afluencia de esquiadores y visitantes colapsó en la mañana de ayer los accesos a las estaciones de esquí de Candanchú y Astún, en el puerto de Somport. La N-330, que une Jaca con la frontera francesa, registró hasta 30 kilómetros de retención entre las 10.00 y las 13.00 horas, según el Centro de Gestión de Tráfico.

Los vehículos que se dirigían a Candanchú y Astún circularon en caravana desde la salida de Jaca hasta las vías de entrada a ambos centros invernales, cuyos párkings, con capacidad para 1.200 y 900 coches, respectivamente, se llenaron desde primeras horas de la mañana.

Un control de la Policía Nacional instalado en la travesía de Villanúa, entre Jaca y Canfranc, contribuyó a alargar la cola de vehículos que subía a las estaciones, dado que bloqueó uno de los dos carriles destinados a la circulación.

En ocasiones, la kilométrica fila de turismos y autobuses llegó a estar completamente parada, ante la desesperación de los esquiadores. Muchos de ellos llevaban abonos de remontes que no habían podido utilizar el día anterior y, una vez en las estaciones, solicitaron la devolución del importe no gastado.

TUNEL DE BIELSA Astún y Candanchú se hallan abiertas parcialmente debido a la escasez de nieve, lo que no impidió que registraran un índice de ocupación del cien por cien. "A las doce de la mañana ya se había llenado el párking", señaló Andrés Pita, director comercial de Astún, quien insistió en que la estación precisa de otro párking para atender la demanda de esquiadores. "Pese al monumental atasco, por la estación han pasado 6.000 esquiadores en todo el día", subrayó.

Al igual que ocurrió a principios de este año en el puente de Reyes, los conductores no tuvieron ayer más remedio que aparcar a ambos lados de las carreteras que unen Astún y Candanchú con la frontera.

Las calles de las urbanizaciones se vieron asimismo invadidas por centenares de vehículos cuando los garajes de las segundas residencias se saturaron de coches.

"El año pasado se habló de instalar pórticos con carteles electrónicos para informar sobre el estado de los accesos a las estaciones de esquí, pero no se ha hecho nada", denunció Fernando Valero, responsable de información de Candanchú. "Los conductores llegan desinformados al Pirineo y lo más fácil es que se vean atrapados en un atasco".

En las estaciones de Cerler (Huesca), Javalambre y Valdelinares (Teruel), también abiertas parcialmente, no se registraron retenciones aunque la afluencia de esquiadores fue elevada.

Sin embargo, en el Sobrarbe, el túnel de Bielsa tuvo que alargar su horario desde las doce de la noche hasta las dos de la madrugada, el pasado viernes, para dar tiempo a pasar a un centenar de vehículos cuyos conductores bloquearon el paso subterráneo al extraer las cadenas para ir a esquiar a las estaciones francesas de Piau-Engaly y Saint-Lary.