Una fuerte granizada a primera hora de la tarde ha vuelto a afectar a la zona de cultivo de las comarcas de Calatayud y Daroca, donde en las últimas semanas las inclemencias meteorológicas están causando numerosos daños en los campos. En la localidad de Used, por ejemplo, la granizada, que no duró mucho, afectó a numerosas parcelas de cereal (casi 1.500 hectáreas) que acumularon el manto de hielo durante unos minutos. En Gallocanta o Campillo de Aragon, ya muy próximo a Guadalajara, también se registró granizo.

La situación repite lo que ya sucedió hace una semana, cuando las lluvias y la piedra hicieron mella en esta zona de Aragón. De hecho, las inclemencia negativas registradas durante el primer semestre del año van a suponer «una importante merma en la capacidad productiva» de la Comarca de Calatayud para la cosecha de este año, según un informe elaborado por los servicios de la entidad del Atria de la Vega a de Calatayud y el Atria de Frutales de Paracuellos de Jiloca. El documento determina que las heladas, las lluvias y las tormentas acaecidas en los últimos meses suponen una afección por daños a una superficie productiva de 2.500 a 3.000 hectáreas «aproximadamente», además del perjuicio «directo» al empleo generado por el sector primario en esta comarca.

A las heladas primaverales, que ocasionaron daños en los cultivos de fruta de hueso y pepita afectando a las floraciones iniciales, se sumaron las lluvias «en el periodo de cuaje», que afectaron a algunas variedades de cereza y ciruela. «La afección más grave se produjo en la localidad de Codos, que vio como su producción de cerezas se ha mermado prácticamente en el 100%», indica el informe. El «colofón», según los servicios de Atria, fue la fuerte tormenta, acompañada de pedrisco, del pasado 31 de mayo, que afectó a más de diez localidades. A ello se suma la tormenta de este domingo, todavía por cuantificar si hubo daños.

Como consecuencia «inmediata» del primer semestre del año desde, los servicios de Atria aprecian un descenso productivo del 50% en variedades tempranas de cerezas «debido al mal cuajado» por la lluvia y los daños causados por la piedra. Respecto al melocotón y la pera ercolini en la Comarca de Calatayud se está «a un 65% de un año normal, por los daños ocasionados por el hielo, las lluvias y el granizo», mientras que la pera blanquilla y la manzana reineta están a un 60% de su producción.

Desprotegidos / La pera de conferencia se encuentra a un 40% de su producción respecto a un año normal, mientras que la manzana golden lo hace a un 80%. La ciruela president y la variedad claudias están al 90%, según el informe elaborado por estos servicios.

El inicio de año es «clave» para el desarrollo inicial de las cosechas, pero lo cierto es que el semestre deja malas sensaciones entre los trabajadores. Los agricultores de la comarca de Calatayud señalan que se encuentran «desprotegidos», ya que, según se recoge en el informe de Atria, «Agroseguro no está ofreciendo un producto que cubra en la totalidad la contingencia de la explotación en caso de siniestro y la administración lo califica de daños estructurales y no aporta soluciones al respecto», indican.

«Quien haya conocido la Comarca de Calatayud hace diez años y se de un paseo por los pueblos verá que lo redactado en este informe traslada la situación de abandono de explotaciones y de despoblación. Ello aparejará la desaparición de nuestros pueblos mientras la administración no nos escucha», insistieron desde Atria.

Malestar por la falta de ayudas ante las plagas

Por otro lado, desde Atria apuntan a un brote «sin precedentes» de la bacteria Pseudomona Syringae en la localidad de Codos. «Es una enfermedad para la cual no existe tratamiento fitosanitario efectivo y ha ocasionado la perdida de la cosecha de este año y afecta ya a la cosecha del año que viene, ya que están seriamente comprometidas las plantaciones en algunos casos que pueden ocasionar el arranque de muchas parcelas», aseguran. La afección inicialmente afecta a 180 hectáreas de cultivo. «Una cifra muy significativa si tenemos en cuenta que es prácticamente la superficie que se dedica a este tipo de cultivo en la localidad», añaden.

«De repetirse esta afección puede significar la extinción del cultivo, causando la desaparición de una de las zonas de producción de cereza tardía mas importante de Aragón», dicen. También a los frutales de pepita de la comarca afecta lo que se conoce como fuego bacteriano. «Se nos ha declarado zona de convivencia con esta enfermedad, lo que hace el agricultor se ve obligado a arrancar su plantación y no percibe ningún tipo de compensación por ello», dicen.