La Guardia Civil ha destruido en fechas recientes siete artefactos explosivos de la guerra civil española encontrados esta semana en diferentes localidades de las provincias de Teruel y Zaragoza. Se trata de una granada de mano universal, dos granadas de mortero del modelo Valero de 50 milímetros de calibre y cuatro proyectiles de artillería de diferentes calibres.

Todo este material, con una antigüedad de más de 70 años, fue destruido mediante una explosión controlada, dijeron las fuentes.

Algunos de estos artefactos mantienen intacta su carga explosiva y, debido al deterioro de sus mecanismos de iniciación y exposición a la intemperie, resultan impredecibles en su comportamiento cuando son manipulados.

Por este motivo, se recomienda a los ciudadanos que si encuentran alguna de estas armas y artefactos que no las manipulen ni las muevan y que avisen a las fuerzas de seguridad.

Esta advertencia cobra especial interés si se tiene en cuenta que en septiembre del año pasado dos personas de Teruel, padre e hijo, sufrieron lesiones de distinta consideración cuando limpiaban el garaje de una vecina que, sin saberlo, guardaba artefactos explosivos que colecciona ba su marido, ya fallecido.

El hijo, en particular, resultó gravemente lesionado y perdió ambas manos al confundir un explosivo con una pieza de automóvil. A raíz de este suceso, la sociedad turolense se movilizó para ayudar a la familia, en una de las mayores campañas solidarias que ha vivido la ciudad.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad descubren todas las semanas artefactos explosivos de la guerra civil, la mayoría de ellos en Teruel y los pueblos de su entorno, donde se vivió una de las más importantes batallas de la contienda.