Juan Ignacio Hualde, hijo del exdirector del servicio provincial de Minas, negó ayer ante el juez Alfonso Tello, titular del Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza, que su padre intercediera para encontrarle trabajo en la empresa Contrayer. La entidad de la que su madre era accionista (desde el 2004, un año antes de que entrase) y sobre la que su padre tramitó algunos permisos antes de la participación de su esposa.

Preguntado por su letrado, Enrique Trebolle, recalcó que nadie "le ha regalado nada" en su profesión, y que está "cualificado" para los trabajos de transporte en Contrayer y Sudismin por los que llegó a cobrar 2.400 euros al mes. Cesó en el 2010. Aseguró que los trabajos que realizaba eran reales.

Sí admitió que su entrada en otra de las sociedades investigadas en la presunta trama de corrupción de la operación Minas, Ituero 96, fue por sugerencia del empresario Pedro Martínez Larriba, tras una conversación entre los padres de ambos cuando estaban comprando setas. También reconoció que su mujer entró a trabajar en la empresa Arenas Martínez de Quel por intercesión suya.

Con su testimonio, el juez Alfonso Tello cerró las declaraciones correspondientes a la familia Hualde, en la instrucción del caso Minas, que continuarán el viernes con los funcionarios presuntamente involucrados.

Uno de ellos, el exjefe del Servicio de Ordenación Minera en la Dirección General de Energía y Minas Joaquín Lahoz, declaró ya ayer asistido por la letrada Cristina Ruiz-Galve. Le imputan un presunto delito de falsedad porque una diligencia firmada por él aparece en un expediente de concesión --del 2007-- que no llegó a hacerse efectivo. Ante el juez aseguró que apartó la diligencia a una carpeta de borradores al no firmarla el director general. Pero que, no sabe cómo, el documento volvió al expediente de la concesión.