Se resistió, le dijo que «no» en varias ocasiones, pero Pilar (nombre ficticio) no pudo evitar que un amigo suyo la violara dos veces consecutivas en su vivienda. No dudó en denunciarle y ahora este hombre, identificado como C. G. V., se enfrenta a ocho años de prisión que solicita la Fiscalía como supuesto autor de un delito continuado de abuso sexual.

Junto a la pena de cárcel, la acusación pública también solicita a la Audiencia Provincial de Zaragoza, donde será juzgado próximamente, que se le imponga una condena de cinco años de libertad vigilada y que durante el mismo periodo no pueda comunicarse con ella ni acercarse a menos de 200 metros.

Una petición de la Fiscalía Provincial de Zaragoza que se basa en un relato de hechos ocurridos un 11 de abril del 2017, a las 22.11 horas. Señala en su escrito que el encausado estuvo con la denunciante en su vivienda, en la capital aragonesa, cenando. Eran amigos. Se hizo tarde y él le propuso quedarse en su vivienda.

Ella no se opuso, le dijo que le preparaba un lugar para dormir. Él le espetó que no se preocupara, que prefería dormir «con ella», proposición que aceptó, dejándole claro que solo iban a dormir.

Ya una vez en la cama y al rato de estar ahí, tal y como relata el ministerio público, C. G. V. la abrazó y le metió mano. Ella le dijo que parara hasta en tres ocasiones, pero él le dijo que la quería y la penetró vaginalmente sin preservativo.

Ella, insiste la acusación, le repitió en varias ocasiones «que le estaba haciendo daño, que no quería». No le hizo caso. Cuando todo acabó, ella se fue corriendo al baño y se sentó en el sofá del salón, desde dónde le pidió que se marchara. Sin embargo, según denunció ella, él se acercó de nuevo a ella y la forzó para penetrarla de nuevo.

La mujer fue examinada por el forense, que confirmó que había una serie de lesiones en la vagina que «pueden estar relacionadas con una relación sexual en la que se ha empleado cierta intensidad o violencia».

Sin embargo, para la abogada de la defensa, Carmen Sánchez Herrero, nada tiene que ver con una violación, sino con sexo intenso entre dos personas y de manera consentida expresamente por ambas.