Un hombre de 62 años falleció ayer en un accidente de tráfico cuando se dirigía a auxiliar a su hijo, que acababa de tener un percance en otra carretera. Además, la hija del fallecido, que viajaba con el padre, sufre heridas de gravedad. Una mujer que ocupaba el mismo vehículo también murió a causa del impacto.

Los hechos se iniciaron alrededor de las ocho y media de la mañana, cuando un coche ocupado por cuatro jóvenes sufrió un accidente en la autovía de Madrid (A-2), en concreto en el punto kilométrico 304, a la altura de La Muela. Según fuentes de la Delegación del Gobierno, no hubo consecuencias graves para los ocupantes.

Pero poco después, el padre del conductor recibió la noticia del accidente, no está claro si a través de un conducto oficial o a través del propio hijo. Se encontraba en Nuestra Señora de Rodanas, una zona residencial y de ocio a unos 17 kilómetros de Epila, en donde reside la familia, e inmediatamente salió en dirección al punto de la A-2 donde se había producido el accidente.

AUXILIO TRIGICO Le acompañaban su mujer y su hija y les llevaba un matrimonio amigo. Antes de llegar siquiera a Epila, en el conocido como camino de Rodanas, el turismo, un Peugeot 605 color gris con matrícula de Zaragoza, se salió de la vía y volcó.

En el siniestro murieron Vicente P. H., de 62 años, padre del joven que se encontraba en la A-2, y Lourdes G. G., de 56, amiga de la familia. Su marido, Jesús B. O., que era quien conducía, sufre heridas leves, al igual que la mujer del fallecido, Lourdes L. T., de 57 años. La otra ocupante, su hija, sufre heridas de gravedad, según las mismas fuentes de la Delegación del Gobierno. Se trata de Sonia. P. L., de 31 años.

CAMINO SIN ASFALTAR El Alto de Rodanas está a unos 17 kilómetros de Epila. Allí se encuentra una urbanización con 38 chalets construida hace ya más de 30 años y una cincuentena de pequeñas construcciones que sus propietarios utilizan como zona de esparcimiento durante los fines de semana. Además, en el paraje se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Rodanas.

En apenas 17 kilómetros se pasa de una altitud de 300 metros a 600, y los que conocen el camino lo califican como "ancho pero sinuoso". Aseguran que los coches derrapan a menudo debido a la tierra, por lo que es "muy peligroso" circular a gran velocidad.

La localidad de Epila quedó conmocionada por el accidente. Varios vecinos consultados por este diario afirmaron que el camino es "malo, de tierra y de gravilla", y que tiene "numerosas curvas".

Los habitantes lamentaron el suceso pero destacaron que no es el primero que se produce en el mismo camino. "Hace cuatro o cinco años murió el conductor de un todoterreno, y creo que ha habido otras accidentes", resaltó un vecino.

Las diligencias fueron remitidas al Juzgado de Instrucción de La Almunia de Doña Godina.