Un homenaje ha recordado este domingo en Zaragoza a las víctimas del atentado que perpetró ETA el 30 de enero de 1987 en el que fallecieron dos personas y otras 44 resultaron heridas en la explosión de un coche bomba junto a la Iglesia San Juan de los Panetes de la capital aragonesa.

En este lugar, junto a la inscripción que recuerda el trágico suceso, se ha llevado a cabo una ofrenda floral en un acto organizado por la Asociación Internacional de Víctimas del Terrorismo y la Asociación Caballeros del Asfalto- Amigos de la Guardia Civil.

Entre el centenar de personas que se han sumado al acto de recuerdo se encontraban familiares y compañeros de las víctimas, así como el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, y el cabo mayor de la Guardia Civil de Zaragoza, Eduardo Lafuente.

En el homenaje se han colocado flores en recuerdo de las víctimas de este atentado y de "todas y cada una de las víctimas de atentados terroristas", mientras los asistentes entonaban 'La muerte no es final'.

Tras el acto, el alcalde ha subrayado en declaraciones a los medios de comunicación la importancia de acordarse "de los que han sido héroes de la democracia en España y que han dado su vida en atentados terroristas".

"Tenemos la obligación desde las instituciones de acordarnos en cada uno de los aniversarios", ha completado, a la par que ha mostrado su intención de sumarse a cada acto de recuerdo, "en una filosofía de la dignidad, de la memoria y de la justicia".

Por su parte, el delegado de la asociación motera organizadora, Ignacio Fernández, ha señalado que Zaragoza fue "una ciudad bastante marcada por los actos terroristas", ya que ese mismo año también se produjo el atentado a la Casa Cuartel de la Guardia Civil, con 87 heridos y 11 muertos.

El cabo mayor de la Guardia Civil de Zaragoza ha mostrado la disposición de la institución de colaborar en este tipo de actos organizados desde asociaciones y ha recordado que la ciudadanía así lo demanda.

En el atentado de San Juan de los Panetes, además de los más de 40 heridos- tanto militares como viandantes- murieron dos personas, el conductor del autobús que se dirigía a la Academia General Militar, Ángel Ramos Saavedra, y el comandante Manuel Rivera Sánchez.