La hostelería ha facturado en Huesca los días 9, 10 y 11 de agosto un 75 por ciento menos en comparación el mismo periodo de 2019, cuando se celebraron los tres primeros días de las fiestas de San Lorenzo, que este año se han tenido que suspender por la pandemia del coronavirus.

Este descenso tendrá reflejo en la cuenta de resultados anuales ya que las fiestas laurentinas suponen para el sector un 40 por ciento de sus beneficios, circunstancia que puede derivar en "consecuencias negativas", teniendo en cuenta, además, que los meses de octubre, noviembre y diciembre serán "duros".

Así lo ha manifestado la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería de Huesca, Silvia Fernández, que ha calificado estas cifras de "desalentadoras", situación que confirma la necesidad de alargar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta diciembre, ha dicho.

El día 9 de agosto, primero de las fiestas de San Lorenzo, se han servido este año menos de un 25 por ciento de los tradicionales almuerzos que se suelen consumir en esa jornada, mientras que el día 10 es habitual reuniones de familiares y amigos para comer.

El descenso de actividad y de facturación ha detenido su reflejo en la contratación, que ha caído, ya que no ha habido incorporaciones extras, cuando habitualmente se realizan unas 300 en estas fechas. El sector ha deseado que Huesca capital regrese pronto a la nueva normalidad.