Los Bomberos de Zaragoza han tenido que atender por intoxicación a dos vecinos de un edificio situado en la calle Gallocanta de la capital aragonesa, después de que se prendiera fuego una moto estacionada junto a la fachada del inmueble y cuyas llamas han llegado a afectar a un bar y a varios pisos del mismo. Salvo los daños materiales no ha habido que lamentar daños personales.

Los hechos han tenido lugar sobre las 05.00 horas. Un trabajador de FCC que realizaba las labores de recogida de basura en la zona ha sido el primero en llamar al 080 para alertar del incendio. Las llamas se han extendido con gran rapidez por la fachada, debido a que las sillas del velador apiladas han hecho de combustible. El humo ha llegado a afectar hasta el cuarto piso del número 28, en el zaragozano barrio del Arrabal.

Quiu, el propietario del bar Lisa en el que estaba aparcada la moto, ha lamentado profundamente este incidente. “Bajamos la persiana sobre las 00.00 horas después de un buen día de caja y hoy me ha despertado la Policía diciendo que se me había quemado el bar”, ha lamentado, mientras tiene la esperanza de que el seguro le compense por los destrozos. Las llamas no han llegado a penetrar dentro del bar, si bien el cristal del escaparate, las sillas y mesas de la terraza y la fachada han sido destruidos por el efecto del fuego. Ha sido tal el poder calorífico que la televisión y una nevera que tenían en el almacén que han dejado de funcionar. “Me preocupa especialmente cuándo voy a poder entrar para limpiar y abrir al público”, ha afirmado.

Junto a este hostelero, el vecino del primer piso es el que más afectado se ha visto. “Mi mujer ha sido la primera que se ha despertado como si hiciera mucho aire, cuando ha ido al cuarto de estar y ha visto las llamas ha despertado a toda la familia y hemos salido a la calle en pijama”, ha señalado. “La casa está llena de hollín y todo el cuarto ha sido pasto de las llamas, ya no hay sofá, ni televisión, ni la videoconsola del chico”, ha lamentado.

Agentes de la Brigada de la Policía Científica de la Jefatura Superior de Policía de Aragón han estado tomando pruebas en el lugar, así como fotografías de cara a aclarar si el fuego ha sido intencionado o fortuito. La moto en la que, al parecer, ha comenzado el fuego llevaba seis meses sin ser utilizada.

Otros vecinos del lugar han señalado que en la zona la inseguridad ha ido en aumento y que han varias parcelas en las que se “trapichea” con droga.