El barrio del Actur se despertó este domingo sobresaltado tras declararse un incendio a las 11 de la mañana en la séptima planta del World Trade Center de Zaragoza (WTCZ), frente al centro comercial Grancasa. La rápida intervención de los bomberos y el buen funcionamiento de los protocolos evitaron algo peor después de que dos oficinas de la empresa aragonesa Libelium sufriesen los daños de un fuego que consiguió extinguirse apenas una hora después.

Por ahora, se desconocen las causas del incendio que a media mañana alertó a los vecinos tras ver cómo el humo salía por las ventanas de un edificio en el que ahora trabajan unas 600 personas, pero que antes de la pandemia alojaba a unos 2.000 empleados. El fuego, afortunadamente, se declaró un domingo.

Pese a ello, el edificio del WTCZ, uno de los más emblemáticos de la capital aragonesa, albergaba en el momento del siniestro alrededor de 40 personas en sus dos torres (este y oeste), según confirmó a este diario su gerente, Jorge Anglada. Él mismo acudió al lugar del incendio nada más declararse para comprobar si se habían producido daños personales (por suerte no los hubo) y materiales.

En este último caso, además del abundante humo que se adentró en varias plantas del inmueble, se vieron dañados gravemente ocho cristales de gran tamaño de la fachada, lo que en principio hizo sopesar la posibilidad de que fueran retirados por parte de los bomberos, algo que fue finalmente descartado. Las dos torres fueron cerradas durante unas horas.

Además de evacuar a los 40 trabajadores hubo que desalojar el gimnasio, que estaba en ese momento abierto, y se suspendió una actividad comercial que había organizado una compañía francesa dedicada a la venta de plantas vegetales. Pero al final todo quedó en un susto.

ACTUACIÓN RÁPIDA

«Afortunadamente ha funcionado el protocolo», declaró Anglada, que recalcó que saltaron las alarmas y se pudo dar aviso inmediatamente a bomberos y Protección Civil. El gerente del WTCZ señaló, además, que el edificio está diseñado para que cada planta sea considerada «un bloque en sí mismo», por lo que el riesgo de que el fuego alcance otras alturas es reducido. «Ha sido más aparatoso que otra cosa», dijo Anglada aliviado.

Los bomberos trabajaron durante buena parte de la mañana en el lugar del siniestro al que también se desplazaron tres dotaciones, un vehículo de mando y una ambulancia.

Antes de la crisis del covid, en el mes de marzo, el número de empleados que acudían a trabajar a diario al WTCZ ascendía a 2.000 pero la posibilidad de teletrabajar que ofrecen muchas de las empresas instaladas allí ha reducido el número a un tercio del habitual. La mayor empresa de la planta afectada por el fuego es Adidas, aunque desde el estado de alarma solo acude al edificio la mitad de la plantilla.

Durante la tarde del domingo ya se permitió el acceso las dos torres del edificio, según informó Anglada, que reseñó que hoy se retomará la normalidad. La única duda es saber si los trabajadores de la multinacional Adidas podrán ir a sus puestos de trabajo, ya que la compañía se encuentra debajo de Libelium y ha podido sufrir algún desperfecto por el agua vertida para la extinción.

Libelium, que se trasladó en enero al WTCZ, había superado recientemente «todas las inspecciones de los servicios de prevención de riesgos». La firma anunció que seguirá trabajando con normalidad, ya que la mayor parte del equipo teletrabaja. La sede del Actur queda cerrada por ahora.