No hay conclusiones absolutas, más bien incertidumbres, cálculos, vaticinios, presentimientos... Sobre todo prudencia y necesidad, la de todos aquellos que forman parte del sector servicios en Aragón y que se enfrentan al verano más raro de sus vidas, anormal como poco. Ya hay datos que anticipan que muchos se han quedado por el camino, que otros lo harán pronto, de aquí a final de año. No hay músculo suficiente para aguantar esta crisis en la hostelería y el comercio. Un 20% no saldrá vivo de la pandemia, prevén, aunque primero se lanzan de cabeza a un verano de contradicciones: algunos no van a cerrar, otros no van a abrir.

Para abrir boca explica la situación Luis Femia, gerente de Cafés y Bares. «Nuestra sensación es que en verano van a seguir saliendo perdiendo los núcleos urbanos, aunque en nuestro caso, tanto en Zaragoza como en Aragón, se va a soportar el bajón turístico mejor que en otras zonas al no existir gran dependencia del turismo internacional. Se va a apostar, además, y así se está impulsando desde el Gobierno de Aragón, por el consumo en la tierra».

El verano apunta a más locales abiertos. O menos, según se mire, si se cuenta con aquellos que no vuelven o han aplazado su regreso al fin absoluto de la crisis. «Claro que hay gente de las ciudades más grandes que piensan no cerrar, pero por no estar otra vez con la persiana abajo más que por hacer negocio. Es decir, habrá quien no cierre aunque sepa que su margen de rentabilidad va a ser menor. También hay quien no va a abrir más, quien no piensa abrir hasta septiembre y quien haga un último intento, aunque es pronto aún para hablar de cierres definitivos», dice Femia.

De momento, cerca del 20% no han abierto al final de la fase 3, cuando al final de la fase 2 se había llegado al 59% de reaperturas. «Se ven las terrazas llenas y la imagen social puede ser de que hay quien se está forrando, pero no hay que olvidar los gastos que se han soportado y que no hay tanta rentabilidad», explica el gerente, que asegura que la tendencia «no es halagüeña» pese al aspecto que ofrezcan las terrazas.

José Antonio Pueyo, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia (Ecos), cree que el sector comercial «ha tenido un comportamiento dispar» en la crisis. «Hay comercios que han aumentado la facturación (alimentación), otros tras el confinamiento han aumentado la facturación inicialmente como bazares, ferreterías o muebles derivados de las necesidades para el hogar detectadas en el confinamiento y otros están literalmente caídos como el equipamiento personal».

«Se calcula que un 20% del comercio no va a abrir o cerrará a medio plazo», explica Pueyo. En cuanto a las vacaciones, se entiende que este año se ausentará menos la población de sus domicilios por el miedo a contraer el virus y la peor situación económica. «Es posible por tanto que ciertos comercios abran más días este verano por razones análogas: por la mala situación económica que hay que remontar y porque quizá haya más población sin desplazarse hacia playas y otros destinos».

«Confiamos en que una vez resuelto el problema sanitario se remontará la situación actual de atonía en ventas. La situación es tan mala en nuestro sector que solo podemos ir a mejor. Se precisa más agilidad en las ayudas y mayor claridad en las normativas por parte del Gobierno central. Agradecemos al Gobierno de Aragón que haya sido agresivo en los límites de aforo, que ascienden hasta el 75%, y que rescate del olvido al mundo rural que apenas ha sufrido el covid-19 pero sí los efectos del confinamiento», apunta el presidente del comercio, que remata: «La llegada de turistas nacionales a nuestra comunidad puede ser un revulsivo».

Paradójicamente, el consumo en los barrios aumenta

Las cifras demuestran que en la hostelería la crisis está descentralizando el consumo. «La gente tiene ahora una mayor sensación de seguridad en su barrio, así que, cuando deciden salir, apuestan por quedarse en un lugar cercano. Paradójicamente, está creciendo el consumo en el barrio», dice Luis Femia, que duda sobre el nivel gasto. «Es cierto que puede haber más oferta que otros años por todos esos que no cierren, pero no sabemos si el nivel de consumo se incrementará».