Los institutos zaragozanos prevén hasta un 50% de ausencias a clase con motivo de las fiestas del Pilar. Los novillos se producirían, principalmente, en los últimos cursos de Secundaria y Bachillerato mañana miércoles, último día lectivo antes del Puente festivo --no hay clase desde el jueves hasta el martes 14--.

De momento, la semana comenzó ayer con normalidad y la afluencia a clase no disminuyó. "Ha podido faltar alguien, pero son ausencias esporádicas. En líneas generales, la situación está bastante normalizada", aseguraron desde varios centros educativos de la capital aragonesa.

Eso sí, todo cambiará, previsiblemente, a partir de hoy, cuando las bajas serían más numerosas. "Los últimos días previos al Puente siempre se producen más ausencias, aunque será especialmente el miércoles cuando falten más alumnos a clase, sobre todo, los más mayores", apuntaron desde el IES El Portillo, donde apuntan que el porcentaje de faltas podría alcanzar el 50% "si se repite lo de años pasados". En el Grande Covián, por su parte, advertían de la posibilidad de que en 2° de Bachillerato no haya una deserción masiva porque "están muy agobiados", mientras que en el Corona de Aragón señalan que los alumnos se vuelven cada vez más "selectivos" y deciden acudir o no a clase "en función de la asignatura".

LOGÍSTICA Pero, en cualquier caso, los institutos no tendrán fácil controlar el volumen total de estudiantes que no acuden al centro. El mal funcionamiento del nuevo programa informático --el Sigad-- impuesto desde este curso por el Departamento de Educación está dificultando, "en gran medida" el registro. "No podemos activar el sistema de control de actas y puede que no lo hagamos hasta final de semana", lamentaron desde otro centro zaragozano.

Todo era más fácil hasta el año pasado. "Enseguida veíamos quién y cuántos habían faltado para que los docentes pudieran llevar un control, pero a estas alturas del curso y tras el cambio de programa, esta opción no está disponible porque el sistema no funciona y es un horror", explicaron desde el equipo directivo de un instituto, donde han tenido que rescatar el "lápiz y papel" para confeccionar las listas y controlar las faltas de asistencia. "Estamos gastando mucho en fotocopias y todo como consecuencia de este cambio, que nos está provocando muchos trastornos".